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Supe del libro Economía para no economistas: un relato de la formación del pensamiento económico, antes de tenerlo en mis manos. El texto fue publicado por la Universidad Externado de Colombia y lo conocí de primera mano por el profesor Juan Manuel Ospina, quien en sus clases explicaba casi que capítulo por capítulo aquello que terminó siendo un libro comprensible y ameno de leer.
Soy periodista de formación y las clases de Juan Manuel Ospina, convertidas ahora en un libro, me abrieron a un mundo que percibía lejano e inaccesible. Entendí finalmente que la economía no solo está cerca de todos los seres humanos, sino que influye en nuestras vidas. No es un tema de especialistas.
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Pude comprender la evolución de la economía y, por consiguiente, de la sociedad en el marco del proceso histórico mundial, y con ello entender el origen de las relaciones humanas y cómo los cambios han significado verdaderas revoluciones en el comportamiento de los hombres y de los pueblos. Todo con ejemplos claros, como el caso del monopolio del cultivo del gusano de seda y el subsiguiente desarrollo de un comercio de tejidos exóticos que abrió mundos, conectó pueblos y acumuló riquezas que fundamentarían procesos económicos más complejos; o el desarrollo que significó la Revolución Industrial iniciada en los textiles y hecha posible con el cultivo del algodón, en buena medida gracias al trabajo esclavo en América; o la explotación de los bosques tropicales para extraer el caucho necesario para la fabricación de llantas demandadas al inicio del siglo pasado por la aparición del automóvil.
El libro permite aproximaciones sencillas a realidades complejas. Permite entender cómo la mente humana pasó de generar excedentes de riqueza a tener como única meta su acumulación. Nos muestra una radiografía del desbordado daño medio ambiental consecuencia de la sobre explotación de los recursos naturales. Explica por qué la balanza lleva inclinándose hacia los países del norte durante siglos, y cómo desde el sur se podría transformar esa dinámica. Pero también por qué la vida sucumbe ante el imperativo de la rapidez y la monetización de las relaciones humanas. Una mirada a la evolución de los procesos de intercambio que ha llegado a convertirse en transacciones que viven en la nube digital, con unos montos que alcanzan para comprar selvas y bosques enteros destinados al saqueo de un extractivismo mundializado.
El libro Economía para no economistas es también un viaje por los distintos momentos de esta historia. Desde los primeros asentamientos humanos alrededor de los cuerpos de agua y el camino del nomadismo al sedentarismo, recrea las primeras acumulaciones de oro y plata en la antigua Roma y la aparición de las primeras escrituras sobre la tierra en épocas feudales. Recorre el valor del patrimonio intelectual, de la música y de las artes en el Renacimiento, así como la absurda deshumanización vivida durante las dos guerras mundiales. Aterriza en América Latina para ver cómo aparecieron y se fortalecieron las guerrillas mientras en Estados Unidos la economía se desplomaba. Avizora el futuro de las grandes ciudades y sugiere unos límites para el desbordado neoliberalismo global.
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Economía para no economistas es una lectura amable, libre del lenguaje especializado, llamado a ser un libro de consulta para estudiantes de diferentes disciplinas y para ciudadanos curiosos que quieran entender el mundo en el que viven al ofrecer unas bases sólidas para abordar muchos de los problemas actuales.
Desde la perspectiva de una mirada amplia sobre la historia y análisis de la economía, llama la atención sobre las apuestas colectivas que deberíamos dar para buscar equilibrar los muchos desbalances que sufren el planeta. Como he dicho anteriormente, tiene la ventaja de no ser un libro para expertos sino para cualquier persona interesada en el acontecer humano y asumir una posición crítica y propia sobre las decisiones que se toman e imponen desde los círculos de poder primarios.
Por Isabella Bernal
