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El arte como botín de guerra

Al estallar la Guerra Civil Española, el patrimonio artístico del país se vio amenazado por la destrucción. En Cataluña se adelantó un proceso de movilización de alrededor de un millón de obras. Una acción de salvaguarda que luego de su triunfo, el franquismo se atribuiría.

María Paula  Lizarazo
18 de octubre de 2021 - 02:00 a. m.
Del millón de obras que se movilizaron en Cataluña, más de cien piezas de arte románico y gótico fueron trasladadas en tres expediciones desde Olot (Cataluña) hacia una exposición en París, buscando alejarlas del riesgo de destrucción.
Del millón de obras que se movilizaron en Cataluña, más de cien piezas de arte románico y gótico fueron trasladadas en tres expediciones desde Olot (Cataluña) hacia una exposición en París, buscando alejarlas del riesgo de destrucción.
Foto: Ilustración: Eder Leandro Rodríguez

Apenas habían pasado tres días del fallido golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil Española, cuando las iglesias de una ciudad como Girona, al centro de Cataluña, ya habían sido saqueadas y quemadas. El estallido provino del sur con las tropas militares españolas que se alzaron desde África, lideradas por Francisco Franco, en contra de las reformas propuestas por el gobierno de la Segunda República, al que se oponían los sectores conservadores. El 20 de julio de 1936, aquel estallido ya había copado todo el país.

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