El Pompidou adelantó, en un comunicado, que este proyecto de cooperación entre Francia y China, durante cinco años renovables, será "el más importante intercambio cultural a largo plazo entre los dos países".
El presidente del Centro Pompidou de París, Serge Lasvignes, dijo el pasado abril que el "éxito" de la sede temporal en Málaga -que en su primer año de funcionamiento recibió a más de 220.000 visitantes- era "un ejemplo a exportar" y que iba a ayudar "mucho" en los nuevos proyectos de la institución en Seúl y Shanghái.
Su primera experiencia asiática tendrá por sede un edificio de 25.000 metros cuadrados concebido por el arquitecto británico David Chipperfiel, cuya construcción se prevé que termine a finales de 2018.
El interlocutor del Pompidou en este proyecto, cuyo acuerdo final se firmará a finales de año, es el West Bund Group, organismo público chino encargado del desarrollo, explotación y gestión de los muelles del distrito de Xuhui tras la exposición Universal de 2010.
El WBG tiene a su cargo una superficie de 9,4 kilómetros en la que proyecta poner en marcha un "corredor cultural" de envergadura internacional.
Los dos organismos preven presentar una programación que dará amplia cabida a la creación contemporánea china y a todas las disciplinas artísticas, gracias a la experiencia y el nombre internacional del Pompidou, al frente de uno de los fondos de arte moderno y contemporáneo más importantes del mundo, subrayó la nota.
"Durante los cinco primeros años", la institución francesa ejercerá una misión de consejo y asistencia, en particular en el terreno del comisariado de exposiciones, conservación de obras de arte, acción educativa y mediación con el público.
Además de permitir "presentar la escena artística china contemporánea en París", esta cooperación bilateral permitirá al Pompidou "estar presente en una escena artística de extraordinarias vitalidad y riqueza", apuntó.