"El círculo de los días", de Ken Follett, fue publicado por primera vez en 2025.
Foto: Archivo Particular
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El círculo de los días se lee con la fluidez característica de Ken Follett, pero su fondo apunta a algo más antiguo: una narración que avanza como una construcción, piedra sobre piedra. La estructura combina escenas ágiles con momentos de contemplación, creando un ritmo que recuerda el trabajo colectivo y el tiempo ritual. Los símbolos —la piedra, el círculo, los días— dialogan entre sí: la permanencia frente a lo efímero, la comunidad frente al instinto, la búsqueda de sentido en las primeras obras humanas. Es una novela que, aun ligera, despliega la belleza de ver cómo el mundo empieza a organizarse.
- Era una joven desafiante, pero también sabía mostrarse amable. Las personas podían ser ambas cosas.
- La gente sabía que todo lo que los mantenía con vida procedía del sol, así que lo veneraban.
- Era capaz de discutir, pero no de empatizar.
- En el ambiente se percibía la rabia de la gente, sobre todo entre las mujeres…, también tenían miedo, y el miedo superaba a la indignación.
- El dolor es lo que entregamos a cambio del amor.
- Lamento grave, el sonido de un alma en el averno.
- El silencio era la clave.
- La gente que se pasa el rato soltando bravuconadas y proponiendo maniobras agresivas lo hace porque tiene miedo.
- Su mente había empezado a discurrir por derroteros nuevos.
- Vuestra vida es solo vuestra y nadie tiene derecho a arrebatárosla.
Por Isabel López Giraldo
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