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Le Monde denuncia en un editorial “la toxicidad creciente del diálogo” en X (ex-Twitter).
“Redoblaremos también nuestra vigilancia en varias otras plataformas, en particular TikTok y las de Meta, después de las preocupantes declaraciones de Mark Zuckerberg”, quien se ha acercado a las posiciones del presidente estadounidense investido el lunes, indica el director de Le Monde, Jérôme Fenoglio, en un editorial.
En X “la utilidad de nuestra presencia pesa menos que los numerosos efectos secundarios sufridos”, considera.
Elon Musk, quien compró la red en 2022, ha transformado la red en “una extensión de su acción política, un libertarismo cada vez más cercano a la extrema derecha, en un instrumento de presión que quiere ejercer sobre sus competidores o sobre los gobiernos socialdemócratas europeos”.
Musk se defiende alegando que la plataforma sigue abierta a todo tipo de comentarios y expresiones políticas, incluso las que le atacan personalmente.
La revista satírica Charlie Hebdo decidió por ejemplo publicar en X varias caricaturas hirientes de Musk la semana pasada.
Pero a juicio del rotativo de centroizquierda francés, “esta mezcla de ideología y comercio no ha dejado de invisibilizar a Le Monde cada vez más, como la mayoría de los demás medios tradicionales”.
Desde hace más de un año las publicaciones de la redacción del Monde en X se reducían “al mínimo estricto”, recuerda su director.
De ahora en adelante, la compartición de contenidos en la red será interrumpida, “mientras funcione de esta manera”, explica Fenoglio.
El director recomienda a los periodistas de Le Monde hacer lo mismo.
Esperamos “que la Unión Europea no ceda en su definición de un debate público, dotado de reglas, respetuoso de los participantes, de la información que circula y de las opiniones que alimentan”.
Le Monde se une así a una multitud de otros medios, franceses (Ouest France, Sud Ouest, Mediapart, La Voix du Nord) y extranjeros que ya han abandonado el barco X en los últimos meses, en un contexto del inminente regreso a la Casa Blanca de Donald Trump, de quien Musk se ha convertido en un cercano colaborador.
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