El presidente del jurado, Juan Manuel Bonet, anunció la novela ganadora en un acto celebrado la noche de este sábado en Cáceres, en el que también intervino el ensayista Álvaro Vargas Llosa, hijo del premio Nobel peruano; el director de la Cátedra Vargas Llosa, Raúl Tola; y la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola.
Ramírez (Masatepe, 1942), político, abogado, periodista y narrador, manifestó que pertenece a una generación que “entendió que valía la pena dedicarse a escribir, como se dedicó Mario Vargas Llosa con disciplina, esfuerzo y constancia”, y “creyendo que la literatura es una verdadera razón de vida”.
El ganador también se refirió a la situación política de su país, “con una dictadura peor que la de Somoza” y que “ha encadenado a mi país a un destino trágico”.
Y dedicó el premio a todos aquellos que como él viven en el exilio, “que junto conmigo ha sido despatriados y se nos han quitado la ciudadanía”.
“Yo tengo voz para representarlos a ellos y abrir un camino de esperanza”, señaló en el acto.
‘Minimosca’ (Gustavo Faverón, Perú), ‘Bad hombre’ (Pola Oloixarac, Argentina), ‘Castillos de fuego’ (Ignacio Martínez de Pisón, España), ‘La península de las casas vacías’ (David Uclés, España) y ‘Un silencio lleno de murmullos’ (Gioconda Belli, Nicaragua) eran las otras obras finalistas, cuyos autores también han estado presentes en la gala, que se ha articulado también como un homenaje a la figura del Nobel, fallecido el pasado mes de abril.
Se quedaron fuera de la lista de finalistas, que se dio a conocer el pasado 29 de septiembre, nombres como el de la cubana Karla Suárez, con ‘Objetos perdidos’, y los españoles Andrés Trapiello, con su novela ‘Me piden que regrese’, y Manuel Rivas con ‘Detrás del cielo’.
El galardonado se unió a David Toscana (México), autor de ‘El peso de vivir en la tierra’, ganador en 2023; Juan Gabriel Vásquez (Colombia), con ‘Volver la vista atrás’, en 2021; Rodrigo Blanco Calderón (Venezuela), con ‘The Night’, en 2019; Carlos Franz (Chile), con ‘Si te vieras con mis ojos’, en 2016; y Juan Bonilla (España), con ‘Prohibido entrar sin pantalones’, premiado en 2014.
El jurado estuvo presidido por Juan Manuel Bonet, crítico y exdirector del Instituto Cervantes, contó con la participación de Cristina Fuentes, directora del Hay Festival; Valerie Miles, cofundadora de ‘Granta’ en español; la ensayista Mercedes Monmany y Daniel Mordzinski, popularmente conocido como ‘el fotógrafo de los escritores’.
En su intervención, la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, reivindicó la palabra “frente a oportunismo político, frente a los tiempos líquidos, frente a las voces de desaforadas, frente a las siglas caníbales, frente al populismo y las arengas”.
A su juicio, “no hay libertad sin que la palabra fluya por nuestras calles y por nuestros corazones”.
Guardiola también señaló que la edición ha sido “histórica” porque “por primera vez ha cruzado el Atlántico para establecer un puente entre dos orillas: América y Europa”.
“Hoy aquí su legado se encuentra con la estrategia ‘Extremestiza’ de nuestra región, porque somos cuna de la Hispanidad y muy orgullosos de serlo”.
Posteriormente, tomó la palabra el ensayista e hijo del Nobel Álvaro Vargas Llosa, quien destacó que “el nombre de Extremadura resuena en el eco histórico de muchos de los países latinoamericanos”, y ha considerado que el certamen literario ha sido un “éxito inmenso”.
El presidente de la Cátedra Vargas Llosa también se dirigió a los finalistas con la reflexión de que “algunos de los grandes autores literarios nunca ganaron premios”, y citó a William Shakespeare y Jane Austen.
“Espero volver a vernos pronto por aquí y que volvamos a tener una Bienal tan exitosa como esta”, concluyó.
Antes de conocerse el fallo, el acto de clausura contó con el diálogo denominado ‘Las enseñanzas de Vargas Llosa’, en la que la escritora y periodista mexicana Ángeles Mastretta, el escritor y periodista colombiano Héctor Abad Faciolince y la escritora y periodista de origen cubano Gina Montaner navegaron por la memoria del Nobel.
También se proyectó un vídeo con imágenes de Mario Vargas Llosa firmadas por Mordzinski en las bienales en las que estuvo presente y con instantáneas más íntimas, con su familia y amigos.