El Magazín Cultural

El legado de Emilia Pardo Umaña, la primera periodista en El Espectador, plasmado en un cómic

‘Emilia’ es un libro de la editorial Cohete Cómics que recoge las vivencias de la bogotana que empezó su carrera en nuestra sala de redacción. El dibujante Pablo Pérez y la guionista Lina Flórez comparten detalles de esta obra que lucha contra el olvido.

Carlos Torres / Revista Cromos
12 de octubre de 2019 - 01:07 a. m.
Cortesía de la editorial Cohete Cómics.
Cortesía de la editorial Cohete Cómics.

Emilia es un retrato llevado al cómic. Su lectura es necesaria no solo para los periodistas, pues tiene referencias de una mujer en una Colombia de la que pocos se acuerdan.

Pablo Pérez: este es un cómic periodístico en clave de memorias gráficas. Es un relato que se construye a partir de los textos que Emilia Pardo escribió entre 1.930 y 1.961. Ha sido olvidada en la memoria del periodismo nacional. Lo que hay en el libro es una compilación de textos que referencian su labor. La información da cuenta de su tránsito como mujer en los diarios El Espectador, El Tiempo y El Siglo, cómo se enamoró del periodismo y cómo fue creciendo a nivel profesional.

Lina Flórez: el punto de partida un análisis de contenido de su obra, calculamos que los textos de Emilia pueden estar alrededor de las cuatro mil notas. En la investigación recopilamos aproximadamente 500. Además de este relato gráfico, hemos hecho otros ejercicios de divulgación sobre Emilia. A comienzos de este año el Fondo de Cultura Económica publicó su Antología periodística.

 

Ustedes revivieron su legado. Apenas este año ha habido un interés por parte de los medios de referenciar a una de las primeras mujeres en dedicarse al periodismo en Colombia.

Pablo: soy periodista y dibujante. Hago periodismo en formato comic. Lina y yo compartimos el amor por el lenguaje narrativo de la novela gráfica. Hace 10 años venimos investigando a Emilia, nuestra tesis de grado se titula Vida y obra de Emilia Pardo Umaña (1907-1961), que nos permitió graduarnos como periodistas en la Universidad de Antioquia. En ese primer abordaje hicimos un análisis, pero nos dimos cuenta de que ella es un personaje muy rico, cuyas anécdotas son muy visuales. 

En el libro quisimos presentarla en su contexto físico y geográfico. Mostrar la Bogotá de los años treinta, cuarenta y cincuenta. Pudimos dibujar la ciudad que en buena medida ha desaparecido. Gracias al comic podemos revivir a El Espectador, a El Tiempo, la Séptima…

Lina: ¿cómo era la mejor esquina del mundo? Así llamaban al punto que queda en la avenida Jiménez con carrera Séptima. Esperamos que Emilia sea un disfrute para los lectores, porque nosotros disfrutamos recrearla. Aquí se van a encontrar con edificios y fachadas que ya no existen, hay un deleite al ver lugares a través del comic.

Emilia se cruzó con un montón de personajes influyentes del siglo XX. Revivimos a Enrique Olaya Herrera, Lucas Caballero y Emma Reyes. La protagonista se codeó con intelectuales de la época. 

 

¿Cómo fue la investigación para dar con los detalles de la época?

Lina: fue un reto plasmar una ciudad que ya no existe, maneras que ya no son las mismas. Hicimos un barrido en archivos fotográficos. Viajamos a Bogotá, estuvimos en el archivo del Museo de Bogotá, trabajamos en colecciones patrimoniales de la Universidad de Antioquia. Por suerte, pudimos valernos de las fotografías sociales de la revista Cromos a mediados del siglo XX. ¿Cómo era el vestuario? ¿Cómo eran los carros, los interiores de los salones en lo que se reunían? ¿Cómo se saludaban? Todo lo tuvimos que resolver.

Pablo: con el material recolectado tomamos decisiones operativas. No queríamos hacer un recuento cronológico, quisimos romper con esa lógica. Por eso buscamos relatos escritos por ella que reflejaran su personalidad, su familia, la ciudad. En Emilia hay artículos, columnas y cartas que ella escribió. 

 

¿Qué significa Emilia Pardo Umaña para ustedes?

Lina: fue una manera de acercarnos a aprender periodismo, Emilia fue una mujer atrevida. En ese momento no había facultades de comunicación en el país, ella empezó a ejercerlo en 1934 y la manera de aprender fue en las redacciones. Poco a poco se fue ganando sus renglones y su credibilidad. Fueron los mismos lectores quienes reconocieron su capacidad narrativa y su sensibilidad. Emilia podía relatar los problemas del público, les abrió la puerta a las mujeres en las salas de redacción. Es un honor para mí que su nombre vuelva a los espacios de discusión.  

Pablo: Emilia me enseñó los pilares del periodismo, me enseñó la honestidad, la claridad de la palabra, la fuerza que tiene la investigación. Su pluma era fina, de un humor santafereño clásico, con una frase podía abrirte mundo y debatirte ideas. Su legado está vigente. Aunque ya no está viva, su voz es potente. Todavía tienen cosas para decir al que quiera leerla. Lo que tratamos de hacer fue un ejercicio limpio en el que ella pueda entablar una conversación con los lectores. 

 

Pablo Pérez y Lina Flórez.

Por Carlos Torres / Revista Cromos

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