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Desde los textos de Porfirio Barba Jacob, de Tomás Carrasquilla, Luis Vidales, Eduardo Castillo o León de Greiff, por citar sólo algunos de los escritores y pensadores que pasaron por las páginas de los primeros Magazines, cuando se llamaba La semana o Suplemento Literario Ilustrado, este suplemento fue dejando evidencia de lo que ocurría en Colombia, de lo que se pensaba en el mundo, de las costumbres de los ciudadanos, sus temores, sus sueños, sus triunfos y derrotas, sus pensamientos, sus motivaciones, aprendizajes y enseñanzas. En él, desde él, la coyuntura, el día a día, las noticias con sus qués, dejaron de ser simples registros para transformarse en la historia no oficial del Siglo XX.
En estas páginas se escribieron los por qués, los cómo y los para qué de decenas de cientos de hechos que provocaron sucesos posteriores, y desembocaron en estos primeros días de la segunda década del Siglo XXI. Por estas páginas desfilaron la Crisis Económica del 29 y sus consecuencias, el surgimiento del odio en Europa, el pánico que se esparció con el nazismo en los 30, la Segunda Guerra Mundial, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril del 48 y La Violencia que desangró a Colombia, entre tantos y tantos momentos, y desfilaron desde la visión y el estilo de los escritores, filósofos y artistas que decidieron explicar cada momento.
Eduardo Zalamea Borda, Baldomero Sanín Cano, Álvaro Pachón de la Torre, Gabriel García Márquez, Álvaro Mutis y Rafael Humberto Moreno-Durán, entre otros cientos, volcaron entre las páginas de los cuadernillos de El Magazín, o del Magazín Dominical, su versión sobre lo acontecido, y con eso lograron que la historia de los libros de texto y de las enciclopedias pagadas por los distintos oficialismos pudiera ser contrastada, y más allá de ese contraste, comprendida.
A trompicones a veces, contra la corriente de las intelectualidades dominantes y las distintas presiones económicas, luchando por mostrar la mayor cantidad de voces posible, aquel legado, imposible de borrar, sigue entre nuestras páginas, que a partir de hoy podríamos llamar espacios, y se le suma a nuevos y novedosos contenidos, pues el papel se ha trasformado en un espectro virtual que lejos, muy lejos de limitar nuestras publicaciones, las ha multiplicado, sumándole a los clásicos textos con fotografías o ilustraciones, propuestas de audio e imagen.
Los suplementos culturales de los siglos XIX y XX comienzan a migrar desde El Magazín Cultural hacia campos o centros culturales en los que hay literatura y textos sobre literatura, ensayos, cuentos, poemas, reseñas, perfiles, biografías, caricaturas y un largo etcétera, y a la vez, exposiciones, películas, documentales, audionovelas, animaciones, videos, y una infinita conjunción de expresiones. Unos y otros se complementan y potencian para que El Magazín Cultural siga siendo la voz de todos los que se atrevan a dejar oír su voz, y la versión no oficial de nuestra historia.
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Realizaremos un conversatorio el día martes 15 de junio a las 6:00 p.m. en la Biblioteca de los Fundadores del Gimnasio Moderno. Para asistir, envíanos un correo con tu nombre, cédula y celular a mlizarazo@elespectador.com. Si no puedes asistir, pero quieres ver el conversatorio, podrás conectarte a través de nuestras redes sociales (Facebook y YouTube) y la página de El Espectador con nuestra transmisión.
