El segundo ciclo expositivo del Museo de Arte Moderno de Bogotá ofrece un recorrido a través de distintas maneras de acercarse a lo visible y lo invisible, lo íntimo y lo colectivo. Con cuatro exposiciones abiertas y distintos medios en exhibición, el museo pretende abordar "los vínculos entre imagen, memoria, tiempo y experiencia sensorial. Cada una plantea una aproximación distinta a los límites de la representación y al papel del recuerdo como forma de conocimiento", según un comunicado de prensa.
Las muestras tituladas: El oráculo de la noche, de María Isabel Rueda, Infraleve, la primera exposición antológica en tres décadas que el MAMBO dedica a Oscar Muñoz, La imagen-montaje de Sair García y Laberintos de memoria, en alianza con BIENALSUR. El ciclo expositivo contó con la curaduría de Eugenio Viola, Juaniko Moreno y Diana Weschler.
“Este ciclo invita al público a atravesar sombras, reconstruir relatos y activar los sentidos a través de experiencias visuales que desafían la linealidad del tiempo y la estabilidad de la imagen”, se lee en el comunicado.
“El oráculo de la noche” de María Isabel Rueda
Esta exposición individual de la artista cartagenera, quien, a lo largo de su carrera, ha entrelazado lo visual y racional con lo onírico y la intuición.
"El oráculo de la noche propone una experiencia sensorial y conceptual que desafía las fronteras entre el arte y el sueño, la razón y la intuición. María Isabel Rueda invita al espectador a sumergirse en un mundo donde lo invisible cobra forma, y donde cada obra es un mensaje cifrado desde lo más profundo de la imaginación", afirman en el comunicado.
En esta muestra el cine experimental se une a la pintura monumental y el archivo editorial para crear un universo sensorial en el que el arte, la memoria y lo invisible se funden.
“Infraleve”. Memoria y fragilidad en la obra de Oscar Muñoz
La primera exhibición antológica dedicada al artista payanés en el MAMBO en más de 30 años presenta una selección de la producción reciente y pasada de Muñoz, articulada alrededor del concepto de lo “infraleve” de Marcel Duchamp.
“El infraleve —según Duchamp— se refiere a transiciones casi imperceptibles, como el calor que queda en una silla después de que alguien se levanta, o el vaho sobre un espejo: cambios sutiles que revelan lo invisible”, dice el comunicado.
La noción filosófica en torno a la cual gira esta muestra, que compila 30 obras de Muñoz, ha sido clave en su carrera, pues desde la década de 1980 ha explorado los límites entre presencia y ausencia, memoria y desaparición, tiempo y materia.
“Secuencias. La imagen-montaje” de Sair García
La primera exposición institucional del artista colombiano reúne obras inéditas de García, concebidas para el museo, en las que se explora la noción de la imagen-montaje a través de la intersección entre cine, pintura y memoria visual. Esta muestra presenta lecturas sobre la manera en la que se construyen narrativas emocionales y colectivas mediante el montaje y la recomposición de imágenes.
"Inspirado por la teoría de la “imagen-montaje” de Georges Didi-Huberman —quien sostiene que el montaje es un gesto político y nunca neutral—, García propone un ensayo visual guiado por el lenguaje cinematográfico del cineasta griego Theodoros Angelopoulos, conocido por su estilo contemplativo y el uso de planos secuencia".
“Laberintos de la memoria” en alianza con BIENALSUR
La muestra, cocurada por Eugenio Viola y Diana Weschler, presenta obras de Alaa Tarabzouni, Siru Wen, Jorge Andrés Marín Vásquez y Sergio Vega que abordan la memoria como un espacio fragmentado, emocional y político, reescrito con la mirada del sur global.
“La propuesta parte de una metáfora poderosa: imaginar la memoria como un laberinto, un espacio donde se conoce la entrada, pero no el camino. Así como el recuerdo mezcla imágenes, olores, sonidos y relatos, también abre múltiples posibilidades de reconstrucción narrativa. Este enfoque se traduce en una exposición donde lo visual se entreteje con lo emocional, lo político y lo íntimo”, se lee en el comunicado.