Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

El mito de la caverna: Platón y el origen de la filosofía (El teatro de la historia)

La alegoría de la caverna que imaginó Platón en el siglo IV a.C. parece no perder vigencia después de 25 siglos de historia. Las preguntas sobre la verdad y sobre quien posee la autoridad para dirigir la sociedad, son las grandes preguntas de la filosofía y de la política que no podemos abandonar.

Mauricio Nieto Olarte

22 de septiembre de 2025 - 06:00 p. m.
Grabado de la alegoría de la caverna de Platón (1604), de Jan Saenredam (1565-1607), de una pintura de Cornelis Corneliszoon van Haarlem (1562-1638).
Foto: Wikicommons
PUBLICIDAD

Sócrates, el maestro y personaje protagónico de los escritos de Platón, se convirtió en el símbolo del cometido filosófico por diferenciar la verdad de la simple creencia; pero al mismo tiempo y no menos importante, Sócrates representa el inicio a una nueva tendencia moral y política en la filosofía occidental. Como su maestro, Platón consideró que la política y la moral eran los fines últimos de la filosofía, y la respuesta a las grandes preguntas sobre el bien, la justicia y el orden se presentaron como inseparables de la gran pregunta por la verdad.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

El texto de mayor importancia en la extensa obra del filósofo griego es La República cuyos temas centrales son el Estado, la justicia y la educación. El inmortal diálogo de Platón incluye una célebre conversación entre Sócrates y Glauco en la cual se presenta la más famosa alegoría en la historia de la filosofía: el mito de la caverna.

Platón nos invita a imaginar a los seres humanos encadenados en una especie de cueva en la cual solo son visibles sombras, apariencias distorsionadas de un mundo exterior inalcanzable. Para los ingenuos prisioneros, esclavos de sus sensaciones, las sombras son la única realidad posible porque nunca han visto nada distinto.

Una vez expuesta esta alegoría de la condición humana, Platón nos invita a imaginar lo que ocurriría si los prisioneros son liberados y tienen la oportunidad de salir, ver la luz del sol y los objetos reales que proyectan sus sombras. Según Platón, enfrentar la verdad sería una experiencia incómoda y los deslumbrados mortales preferirían retornar a su mundo de ilusiones y seguir confiando que la realidad no es otra que aquella que están acostumbrados a ver.

Algunas lecturas de este célebre pasaje se han centrado en lo que puede ser un mensaje político, los hombres ignorantes deben ser guiados por la autoridad de una mano sabia, de los voceros de una única razón; es el hombre de conocimiento, portavoz de la verdad, quien puede y debe gobernar. Otros orientan su atención sobre un desafío epistemológico y ven en el mito de la caverna una alegoría de la condición humana y el poder de la filosofía para salir de la oscuridad, abandonar la inocencia y reconocer la verdad.

Read more!

No obstante, creo que esta distinción entre lo política y lo puramente filosófico no tendría mayor sentido para Platón, para el pensador griego se trata justamente de la poderosa e indisoluble relación entre las ideas de verdad y poder, que no solo en Platón sino en la historia del pensamiento occidental resultan inseparables. La alegoría de la caverna la podemos entender como el mito de origen de la filosofía, un origen político de la filosofía occidental.

Las ideas sobre la verdad y el orden del cosmos no son ajenas al ideal platónico de un Estado perfecto, el cual supone una justicia universal y un orden absoluto. La República lejos de ser un manual político o legal, es la búsqueda de fundamentos filosóficos de una sociedad justa. La razón, la verdad, el orden y la política son un mismo problema. Es ese orden racional el que nos protege de la autoridad del tirano, de los intereses o puntos de vista particulares. La opinión (doxa) debe rendirse ante el conocimiento (episteme) y las multitudes deben ser vencidas por una autoridad superior: la Razón. “Cuando la verdad hace su aparición —dijo Bruno Latour—, el ágora se vacía”.

Read more!

La indiscutible herencia de la filosofía de Platón en el pensamiento occidental es difícil de ponderar. Para empezar, su influencia sobre la teología cristiana es enorme. San Agustín, posiblemente el más influyente defensor de la fe cristiana construyó su obra sobre fundamentos platónicos. También, en el Renacimiento europeo la emergencia de distintas versiones del platonismo definió el curso de la filosofía natural y de la ciencia de Occidente.

La idea de una humanidad ingenua que vive en las tinieblas del error y la mentira se repite una y otra vez en la historia de la filosofía. La imagen que acompaña este texto es un grabado del sigo XVII que evoca una versión cristiana de la alegoría griega. El grabado se presenta con un encabezado tomado del Evangelio de San Juan con la sentencia: “La luz vino al mundo y los hombres amaron más las tinieblas que la luz”. La imagen recrea la escena platónica con un grupo de hombres separados de la realidad por un gran muro sobre el cual aparecen figuras cuyas sombras se convierten en la única realidad de la mayoría. Pero la escena también nos muestra un personaje que parece estar advirtiendo sin mucho éxito a los demás de su engaño y otro grupo de hombres que ha salido del encierro y que parecen debatir sobre la condición de ignorancia de sus congéneres.

René Descartes, para muchos el padre del racionalismo moderno, usó un recurso retórico similar. Su búsqueda de una verdad absoluta nació de un escepticismo radical y nos invita a pensar que todo lo que percibimos es una mera ilusión. Para tal fin, incluso nos pide imaginar la presencia de un “genio maligno” que nos engaña y nos condena a vivir en un mundo de creencias falsas. Al igual que Platón, Descartes inicia su filosofía asumiendo que los hombres viven en un mundo de apariencias cuya realidad trasciende los sentidos y la experiencia. Heredero de la idea de verdad de Sócrates, más de veinte siglos después, el pensador francés supone que para encontrar la verdad debemos abandonar la certeza y perder la inocencia. El camino a la verdad en el pensamiento cartesiano no está en la desprevenida experiencia del mundo exterior, y nuestras sensaciones irreflexivas son insuficientes para llegar al conocimiento de lo real. Por el contrario, conocer es un acto de la razón, una única razón universal de origen divino.

No ad for you

Friedrich Nietzsche, Jean Paul Sartre, Karl Marx, escritores como José Saramago, entre muchos otros reviven la idea de la caverna para exponer sus ideas sobre la verdad y la ignorancia. En versiones más populares se repite en la literatura y el cine contemporáneo, The Matrix o The Truman Show, o mi preferida, la versión japonesa, Ghost in the Shell, son algunos ejemplos que tengo presentes de versiones contemporáneas de la alegoría griega, pero seguramente hay muchas más.

Hoy en un mundo dominado por el poder de las redes sociales y el deslumbrante poder de los algoritmos de la IA, resulta inevitable pensar en una humanidad atrapada en un mundo artificial y fácil de manipular, una frágil y deshumanizada cultura que se rinde frente a las imágenes superfluas de circulación masiva en las crecientes y omnipresentes redes sociales. Las sombras de Platón hoy están en las pantallas de computadores y teléfonos celulares. ¿Cómo escapar de nuestras cavernas contemporánea? Como siempre, una vez más, necesitamos del escepticismo, de la capacidad crítica y reflexiva, de la creatividad y la imaginación, de la libertad de pensar con autonomía, el fin último del amor por el conocimiento: la filosofía.

No ad for you

Por Mauricio Nieto Olarte

Mauricio Nieto Olarte es filósofo de la Universidad de los Andes y doctor en Historia de las Ciencias de la Universidad de Londres.
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.