Poner a dos equipos en la víspera de la final del Mundial a jugar por un tercer puesto, tiene su toque de tortura. Los futbolistas salen a la cancha pensando en que su futuro no debió ser hoy sino mañana. Pero quizá ya había pasado el tiempo suficiente para los lamentos. Marruecos y Croacia entraron concentrados y sin presiones jugaron un partido entretenido de esos que permiten apreciar ya sin nervios las cualidades de algunos jugadores. Los marroquíes pueden celebrar su mejor presentación en los mundiales y el futuro prometedor de varios de sus seleccionados. Los croatas festejaron el tercer puesto, un nivel más bajo que su presentación en el pasado Mundial, sabiendo que jubilaban a Modrić, su mejor talento.
(Tercer puesto: Croacia 2 – Marruecos 1)
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Por Javier Ortiz Cassiani
