La escritura, el deseo, la memoria y el cuerpo fueron algunas de las dimensiones desde las cuales Arcila y Fuks pensaron el placer como fenómeno humano.
Foto: Cortesía Comfama
Durante varios momentos, Alejandra Arcila y Julián Fuks se disculparon: “Se me olvidó la pregunta”. Margarita Isaza, la moderadora, les hacía planteamientos tan atractivos como aparentemente sencillos, que derivaban en respuestas que se iban enredando. Se parecían a esas matas que se ven más sanas y bellas solo si crecen y crecen, y son cada vez más difíciles de seguir: cada pensamiento parecía tener vida propia, como si fuera independiente de sus cerebros o de su control. Y ellos trataban de seguirlo. Todo a partir de la pregunta por...

Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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