Gran parte de la programación de la primera edición del Festival Macondo, celebrado este fin de semana en Aracataca, el pueblo natal de Gabriel García Márquez, giró en torno a cómo esta tierra inspiró la literatura que lo volvió universal. Sin embargo, además de las referencias a Cien años de soledad y otras de sus grandes obras, también se reservó un espacio para recordar una faceta muchas veces ignorada de su obra: la periodística.
“Toda la vida he sido un periodista. Mis libros son libros de periodista, aunque se vea poco. Pero esos libros tienen una cantidad de investigación y de comprobación de datos, de rigor histórico, de fidelidad a los hechos, que en el fondo son grandes reportajes novelados o fantásticos. Pero el método de investigación y de manejo de la información y los hechos es de periodista”, declaró el autor en 1991, durante una entrevista con Caracol Radio.
Esta misma frase la recordó Jaime Abello, director de la Fundación Gabo, este fin de semana durante un panel organizado en el marco del Festival Macondo, en el que se reunió con Alejandro Santos, periodista y director de contenidos del Grupo Prisa; Federico Díaz-Granados, poeta, periodista y gestor cultural; y Darío Fernando Patiño, periodista y presentador, para hablar sobre el legado de Gabriel García Márquez en el periodismo y la literatura de no ficción.
Lecciones de periodismo de Gabriel García Márquez
En el calor de Aracataca, estos cuatro hombres se sentaron a recordar algunas de las lecciones que el Nobel de Literatura dejó para este oficio y que, a su criterio, se están perdiendo en salas de redacción dominadas por el afán de las redes sociales y el auge de la inteligencia artificial.
Patiño fue uno de los primeros en intervenir en este panel, titulado “Periodismo y realismo mágico”, y comenzó por resaltar la importancia de no dejar de lado el trabajo que García Márquez cultivó durante sus años como reportero. “La fama literaria de García Márquez ha opacado históricamente su trabajo como periodista”, opinó, y recordó una frase con la que Juan Gossaín lo había sentenciado: “García Márquez fue un gran reportero asesinado por la literatura”.
Por eso, para él, es imprescindible que quienes quieran conocer realmente su obra se acerquen también a sus crónicas y reportajes, no únicamente a sus novelas. “Tenemos que volver a leer al García Márquez periodista”, afirmó durante el evento.
Con esto estuvieron de acuerdo los demás participantes del encuentro, como Abello, quien agregó que no se trata únicamente de apreciar su obra, sino de comprender que en ella se establecen algunas de las lecciones más importantes que el autor quiso dejar para quienes quisieran adentrarse en este oficio. Una de ellas fue la cercanía, que actualmente, según él, no parece tener la misma importancia que para García Márquez.
“Hay un escenario muy posible, y es que la gente termine, por facilismo o por lo que sea, reemplazando el verdadero periodismo, el de la reportería, por la información fabricada por la inteligencia artificial”, afirmó Abello durante su intervención. Para él, interiorizar la frase de García Márquez sobre su metodología de escritura es clave para quienes quieran ser buenos periodistas: es imprescindible no dejar de hacer reportería.
“Gabo nos enseñó la pasión por la reportería, por la vida. Pero también que tenemos que hacer el esfuerzo de narrar apostándole a la excelencia y al embrujo del lector. El periodista tiene que hacer un gran esfuerzo para crear algo que enganche a su audiencia”, continuó. Es cierto que el panorama ha cambiado, y él mismo lo reconoce, pero hizo énfasis en que eso no puede ser una justificación para perder esos valores fundamentales del oficio que impulsó García Márquez y cuyo legado ahora está en manos de la Fundación que Abello dirige.
Este punto también lo recalcó Federico Díaz-Granados, quien cree que es necesario resaltar el buen uso del lenguaje. “Gabo nos recuerda la importancia de darle dignidad a las palabras, sobre todo en momentos como los que estamos viviendo, donde el lenguaje precisamente es lo que se está degradando, a punta de noticias falsas, discursos demagógicos y sobreabundancia de imágenes”, dijo el poeta.
La importancia del periodismo cultural
Además de esto, Díaz-Granados también usó parte de su intervención para referirse al cierre de la HJCK, una emisora cultural que trabajó durante más de 75 años en la promoción de las artes, la literatura y el pensamiento, y que el pasado 30 de julio llegó a su fin. Para él, la pérdida de los valores periodísticos de García Márquez también atraviesa un hecho como este, pues evidencia cómo se está priorizando el consumo rápido y viral sobre el periodismo humano.
“La sección de cultura es el lugar donde todos nos encontramos, como bien nos enseñó Gabo. Es el lugar donde incluso podemos zanjar diferencias. (...) El periodismo cultural pasa por un momento de crisis muy difícil, pero es ahí donde el legado de García Márquez vuelve a tomar relevancia”, concluyó.
Por Santiago Gómez Cubillos
