
A partir de finales del siglo XIX, pero especialmente durante 1950, se comenzó a asociar el azul con niños y el rosa con niñas.
Foto: Jonathan Bejarano
Cuando era niña el rosa era uno de los colores predominantes en la paleta que rodeaba mi mundo. Esta experiencia no es única, de hecho, se repite a lo largo y ancho del mundo occidental, donde el rosado es para niñas y el azul para niños. Entre ropa, juguetes, accesorios y productos, estos dos colores han sido asociados al género durante años. Sin embargo, esta división no solo se ha limitado a la niñez. En supermercados y tiendas se pueden ver productos denominados “para ella” en rosa y “para él” en azul.
No hay nada de nuevo en esta...

Por Andrea Jaramillo Caro
Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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