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El Museo Nacional de Historia de Estados Unidos, gestionado por el instituto Smithsonian, anunció que volverá a incluir en su muestra “La presidencia estadounidense: una gloriosa carga” los intentos de destitución (impeachment, en inglés) contra el presidente Donald Trump.
Trump ha pasado dos veces por este proceso, aunque en ambos casos fue absuelto por el Senado. El primero fue el 18 de diciembre de 2019, cuando fue acusado de abuso de poder y de obstrucción al trabajo del Congreso. El segundo, fue una semana antes de terminar su primer mandato, el 13 de enero de 2021. En este se le acusó de incitación a la insurrección por el asalto al Capitolio el 6 de enero de ese mismo año.
En un comunicado, la entidad confirmó que en julio pasado se retiró un letrero de la exposición que contenía esta información y pertenecía a una sección en la que se mostraban “todos los juicios políticos” de la historia de Estados Unidos.
“El letrero, destinado a ser una adición temporal a una exposición de 25 años de antigüedad, no cumplía con los estándares del museo en cuanto a apariencia, ubicación, cronología y presentación general”, aseguró el Smithsonian.
Además, la institución añadió que tampoco era consistente con otras secciones de la exhibición y bloqueaba la vista de los objetos dentro de su vitrina, razones por la cual decidió retirarse.
“Ninguna Administración ni ningún otro funcionario gubernamental nos pidió retirar contenido de la exhibición”, afirmó la entidad.
Smithsonian anunció que esta sección de la galería sería actualizada en las próximas semanas “para reflejar todos los procesos de juicio político en la historia de nuestra nación”.
Dudas sobre la presión de Trump sobre el Smithsonian
“Una persona familiarizada con los planes” explicó al diario The Washington Post, medio que primero informó de estos hechos, que este cambio se produciría tras una revisión del contenido a la que el Smithsonian accedió después de que la Casa Blanca presionara con destituir a una directiva del museo.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero pasado, el presidente Trump ha puesto en su punto de mira el trabajo del Smithsonian, que se encarga en gran parte de conservar la historia del país.
En este sentido, el pasado marzo el republicano firmó una orden ejecutiva en la que amenazó con dejar de financiar programas de la institución -el mayor complejo museístico, educacional y de investigación del mundo- porque, a su juicio, promovía “el adoctrinamiento” ideológico.
Por esto, varios medios estadounidenses interpretaron el retiro de la placa como un intento por borrar la historia, por lo que el museo tuvo que salir a dar explicaciones.