Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

La necesaria e inconveniente sensatez de un hombre llamado Emil Cioran

El 20 de junio de 1995 falleció en París Emil Michel Cioran, autor de los libros “Silogismos de la amargura”, “En las cimas de la desesperación”, “Odisea del rencor”, “Breviario de podredumbre” y “Del inconveniente de haber nacido”, entre otros. Calificado como pesimista o nihilista, su obra se formó de fragmentos y aforismos que retrataban a la humanidad y su historia, y que, pese a las intenciones de su autor, salvaron a algunos escépticos del suicidio.

Fernando Araújo Vélez

20 de junio de 2025 - 01:46 p. m.
PUBLICIDAD

Un día cualquiera de junio de 1979 le confesó al escritor Jean-François Duval que exhibirse resultaba en el fondo una indecencia, y que él escribía, pero cuando lo hacía estaba a solas consigo y no pensaba que sus textos serían publicados. “En el momento en que escribes estás solo contigo mismo o con Dios, aunque no seas creyente. A mi juicio, eso es, en verdad, el acto de escribir, un acto de inmensa soledad. El escritor solo tiene sentido en esas condiciones. Lo que hagas posteriormente es prostitución. Pero, a partir del momento en que has aceptado existir, debes aceptar la prostitución”. Luego aclaró que todos éramos impostores, filosóficamente impostores, “todos los vivos somos impostores”.

Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO

¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar

Otro día de febrero, tres años más tarde, le dijo a Léo Guillet que cuando escribió sus primeros libros, pensó que no iría más allá, que hasta entonces siempre había creído que los libros eran una especie de ajuste de cuentas, “un altercado con la vida”, y que su pensamiento recurrente era “O la existencia o yo. Uno de los dos debe ceder. Por tanto, consideraba que esos libros eran un acto de agresión”. Contó que con su segundo libro, “Silogismos de la amargura”, en un principio no ocurrió nada, más allá de una reseña en una revista de moda, “Elle”, y de un comentario suelto en la revista “Combat” en la que el autor, Guy Dumor, lo calificaba con una frase de Talleyrand, “todo lo exagerado es insignificante”.

“Nos resignamos a la superioridad de un muerto, nunca a la de un vivo cuya misma existencia constituye un reproche y una acusación, una invitación a los vértigos de la modestia”.

E. M. Cioran

Algún tiempo antes de su muerte, fechada el 20 de junio de 1995, explotó la polémica. Un periodista sin forma dijo que Cioran había hecho parte de la Guardia de Hierro, un grupo nacionalista de extremos en Rumania, su país, donde nació el 8 de abril de 1911 y donde vivió su infancia y adolescencia, antes de huir a París. Lo tildaron de fascista, de antisemita y de decenas de cosas más. En una entrevista con el escritor suizo François Bondy, contó que la Guardia de Hierro había sido un “fenómeno muy singular”. Aclaró que él no había formado parte de él, y que el jefe del grupo, un eslavo de apellido Codreanu, le recordaba a un general de los ejércitos ucranianos. “La Guardia de Hierro era un complejo de movimientos y más una secta delirante que un partido”.

Read more!

Unas líneas más adelante, explicó que, en general, los rumanos eran muy escépticos y que no esperaban mayor cosa del destino. “La Guardia de Hierro estaba considerada un remedio para todos los males, incluido el tedio y hasta las purgaciones. Ese gusto por los extremos habría podido atraer también a mucha gente hacia el comunismo, pero entonces apenas existía y no tenía nada que ofrecer. En aquella época experimenté en mí mismo cómo sin la menor convicción se puede ceder a un entusiasmo”. Cuando lo tildaron de reaccionario, respondió que lo negaba tajantemente, que él iba mucho más lejos. Un día, el poeta francés Henri Thomas le dijo que él estaba en contra de todo desde 1920. “Yo le respondí: “No, desde Adán”.

“Mientras le preparaban la cicuta, Sócrates intentaba aprender un aire de flauta. ‘¿Para qué quieres aprenderlo?’, le preguntaron. “Para saberlo antes de morir”.

Read more!

E.M. Cioran

Cuando Fernando Savater conversó con él para un texto publicado en El País de España en 1977, le preguntó por la filosofía y su sentido en aquellos tiempos. Cioran le respondió que no era posible sino como fragmento, y explicó que como decía Nietzsche, en la “ambición sistemática” había una falta de honradez, pues al escribir un ensayo de cualquier tema de 40 o más páginas, se comenzaba con ciertos postulados y a la postre, el escritor quedaba prisionero de ellos, de sus ideas iniciales. “Cierta idea de la honradez le obliga a continuar respetándolas hasta el final, a no contradecirse. Sin embargo, según va avanzando el texto, le van ofreciendo otras tentaciones, que hay que rechazar porque apartan del camino trazado. Uno está encerrado en un círculo trazado por uno mismo”.

Luego habló de los fragmentos, los de Nietzsche, que liberaron la filosofía, y los suyos. “Si uno hace fragmentos, en el curso de un mismo día puede uno decir una cosa y la contraria. ¿Por qué? Porque surge cada fragmento de una ‘experiencia’ diferente y esas experiencias sí que son verdaderas: son lo más importante. Se dirá que esto es irresponsable, pero si lo es, lo será en el mismo sentido en que la vida es irresponsable. Un pensamiento fragmentario refleja todos los aspectos de vuestra experiencia: un pensamiento sistemático refleja sólo un aspecto, el aspecto controlado, luego empobrecido. En Nietzsche, en Dostoievski, hablan todos los tipos de humanidad posibles, todas las experiencias. En el sistema sólo habla el controlador, el ‘jefe’”.

No ad for you

“Un ser poseído por una creencia y que no buscase comunicársela a otros es un fenómeno extraño a la tierra, donde la obsesión de la salvación vuelve la vida irrespirable”.

E. M. Cioran

Al final, Savater le preguntó por el poder. Cioran contestó que era una fatalidad, “la gran maldición de la humanidad”, y que el diablo no había sido más que un ángel con ambición de poder. “Mire usted, he conocido a gente que ha llegado a tener poder y es algo terrible. ¡Algo tan malo como un escritor que llega a hacerse célebre!” En uno de sus libros, “Odisea del rencor”, escribió que sólo se adquiría la gloria en detrimento de los demás, de quienes también la buscaban, y que incluso la reputación se lograba “al precio de innombrables injusticias”. “Si la gloria nos está prohibida o nos es inaccesible, acusamos a aquellos que la han alcanzado porque pensamos que la han obtenido robándonosla: nos correspondía por derecho, nos pertenecía, y sin las maquinaciones de esos usurpadores, hubiese sido nuestra”.

Cioran se fue de Rumania cuando acababa de cumplir 27 años, becado por el gobierno francés. Nunca quiso volver a Transilvania, su tierra, ni a Bucarest, donde pasó tardes y noches de pasiones y delirios, ni a Brasov, una ciudad de provincias en la que leyó a Shakespeare y sólo a Shakespeare. Allí, una tarde, un profesor de gimnasia se sentó a su mesa y él le preguntó quién era. Cuando el señor le respondió que el profesor de gimnasia, Cioran le dijo “Ahhh, usted no es Shakespeare, entonces no me interesa”. Luego se comprometió a escribir una tesis, pero pasó el tiempo y él le dio vueltas a Francia en bicicleta. Su director de estudios le dijo entonces que era mucho más valioso recorrer toda Francia en bicicleta que hacer una tesis, y él decidió comenzar a escribir en francés.

No ad for you

“Escribir, por poco que sea, me ha ayudado a pasar de un año a otro, dado que las obsesiones expresadas se debilitan y superan a medias; escribir es un alivio extraordinario. Y publicar no lo es menos. Un libro que aparece es nuestra vida o una parte de nuestra vida que se convierte en algo exterior que deja de pertenecernos, que ha dejado de agobiarnos”.

E. M. Cioran

Por Fernando Araújo Vélez

De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.