
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hace unos días, el Museo de Ciencia y Naturaleza de Denver anunció que durante las excavaciones para su proyecto geotérmico, para estudiar el potencial de calentamiento geotérmico para el museo, hicieron un hallazgo “mágico”.
En el parqueadero norte de la institución encontraron un fósil de 67,5 millones de años. El hallazgo del fragmento de hueso de dinosaurio fue publicado a principios de junio en la revista Rocky Mountain Geology.
“Es una suerte increíble. Es la mayor suerte de todas”, dijo James Hagadorn, curador de geología del museo. “Tenía una lista de deseos de lo que esperaba encontrar al perforar este núcleo, y ni siquiera había un dinosaurio en ella”. Para los funcionarios del museo, un descubrimiento como este es realmente improbable, aun para una región con buena cantidad de fósiles. “Encontrar un hueso de dinosaurio en un núcleo es como hacer un hoyo en uno desde la luna. Es como ganar la fábrica de Willy Wonka. Es increíble, es superraro”, agregó Hagardon.
El hallazgo se realizó en enero, mientras se realizaba el estudio geotérmico. Sin embargo, los científicos aprovecharon para tomar muestras geológicas y así conocer más sobre la geología de la región. El fósil fue encontrado en una de las muestras que tiene un diámetro de apenas 6.3 centímetros.
Se cree que el fósil podría ser una vértebra de un dinosaurio herbívoro relativamente pequeño, que vivió a finales del periodo Cretácico, poco antes de que se extinguieran los dinosaurios hace 66 millones de años. Aunque se desconoce la especie exacta, los expertos creen que se puede tratar de un dinosaurio cercano al Thescelosaurus o Edmontosaurus, se sabe que ambos vagaron por la región aproximadamente al mismo tiempo. Además del fósil, también hallaron vegetación fosilizada en un poso cerca del hueso.
“Este animal vivía en lo que probablemente era un entorno pantanoso, con una densa vegetación en aquella época”, declaró Patrick O’Connor, curador de paleontología de vertebrados del Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver. Este es el fósil más antiguo y que a mayor profundidad ha sido hallado dentro de Denver.