
Erasmo de Róterdam fue condenado en el Concilio de Trento como “hereje impío” por la Iglesia Católica.
Foto: Cortesía
Un día cualquiera, a uno de los amigos de Erasmo de Róterdam le preguntaron cómo lo identificaba la gente. Respondió que él sabía muy bien que lo señalaban y lo recordaban como “el hombre que recibió una carta de Erasmo”. Por aquellos años, mediados de 1509, Erasmo concibió su “Elogio a la locura”, entre cartas con las que generaba infinidad de polémicas y se ganaba la animadversión de cuanto radical hubiera sobre la faz de la tierra. Acababa de fallecer el rey Enrique VII de Inglaterra, y él consideraba que podría conseguir un honorable...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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