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Es tiempo de cambiar

El español Miguel Bosé y el colombiano Juanes demostraron una vez más su complicidad artística en el Hay Festival, un evento que hace que Cartagena no sea simplemente de Indias, sino de letras, música y alegría.

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El Espectador
29 de enero de 2009 - 11:00 p. m.
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Eran las 12:30 p.m., hora del esperado evento que inauguró el Hay Festival. Desde minutos antes, la gente se agolpaba en las puertas del teatro Heredia. Juanes y Bosé se subieron al escenario esta vez para hablar de compromiso social y algo de política, aunque a la final hubo música a dúo, y confesiones de que por alguna extraña razón siempre que cantan juntos, a alguno se le olvida la letra. Todos los presentes pudieron comprobarlo.

La charla empezó con tonos serios. Bosé, de camisa oscura y siempre incómodo en el sillón, hablaba del compromiso, “no es obligatorio, es conveniente, hay muchos que quieren convertirse en redentores de verdad y hacer que sus palabras  tengan trascendencia sobre la gente que los oye, eso es peligroso”.  Juanes, por su parte,  enardecía la solidaridad y llamaba al arte, a acercarse a la política. Luego se habló de Venezuela y unas divagaciones sobre la relación con Rafael Correa que propiciaron a que Bosé con tono de declaratoria lanzara algo parecido a una consigna: “Vamos a poner el dedo en la llaga de la incompetencia de determinados políticos. Si hay que ir a cantar a cualquier frontera, lo hacemos, para hacer presencia, para decir que no somos ajenos a eso, vamos a juntar masas”.

Muy cómodos en medio de tanta trascendencia, bastó  un comentario jocoso de Bosé para quitarle la pretendida solemnidad al evento. “Los críticos son como si alguien te mandara a tomar por el culo mientras te da un beso y te pide perdón por hacerte daño”. Las  risotadas del público fueron ahogadas por el valiente grito de dos mujeres que gritaron “Papitos”. Luego Bosé, por la misma línea, lanzaría un par de  piropos a Juanes. El primero, sobre su camiseta ajustada y bien combinada. El segundo, admitiendo que mientras el colombiano está en el escenario se queda embobado “y nunca sé en qué parte entrar a la canción”.

Después de tanta diplomacia, con una ráfaga de espontaneidad –no tan espontánea porque las guitarras estaban listas–, entonaron canciones. Primero una sobre la guerra que compuso Bosé para luego dar paso a Juanes. Finalmente la música venció y la canción Odio por amor unió en una sola voz a los dos cantantes.

Por El Espectador

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