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Es una propuesta 'borazz'

Con su más reciente producción discográfica, ‘Homenaje a mi manera’, la cantante colombiana creó su propio estilo sonoro, en el que fusiona el bolero, la ranchera y el jazz.

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Juan Carlos Piedrahíta B.
09 de agosto de 2011 - 10:00 p. m.
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Anabella llegó a la casa de Helenita Vargas con dos regalos. En su cartera portaba el máster del trabajo que había realizado durante varios meses, mientras que en una mano llevaba un helado de vainilla de dimensiones insospechadas para contrarrestar el posible sabor amargo en caso de que no le gustara el primer regalo. Por fortuna, ambos presentes fueron de su completo agrado y en el mismo momento en que escuchaba las trece canciones, muchas de ellas seleccionadas por ella misma, el helado pasaba a la historia.

Con este guiño de aprobación, Anabella se lanzó a la producción definitiva de su tercer disco, Homenaje a mi manera, con la inclusión de Malena, el tango favorito de Helenita Vargas. “Este proceso fue muy lindo porque a mí me tocó ver a semejante mujer tan imponente soñando y diciendo ‘yo me voy a volver a parar contigo sobre el escenario’, pero no le alcanzó el tiempo”, asegura esta cantante, que en un viaje desde Colombia hasta Bolivia creó borazz, el nombre con el que le gusta que identifiquen su propuesta sonora y que se caracteriza por mezclar el sonido del bolero con elementos de la ranchera y el jazz.

Anabella se para en escena siempre muy elegante, vestida de negro, aunque también le gusta el rojo. Esos son los colores de borazz, porque los dos son fuertes, con personalidad y entran en la categoría de gala. Mientras el negro es la etiqueta, el rojo es la bandera del pueblo, es la carpa del circo.

“Yo quería retomar y modernizar lo que ya había hecho Helenita Vargas, pero jamás hacerlo igual. Jugué con muchos elementos, metiendo piano, contrabajo, guitarra, cajón y otros chécheres. Yo no quería que perdiera el sabor de despecho y arrabal. Y, además, no podía ser algo light porque mi voz no se presta para nada de eso”, dice Anabella, quien se identifica plenamente con la palabra intérprete, pues lo que hace es transmitir y traer a su realidad un montón de sentimientos escritos, plasmados y descritos ayer o hace cien años.

Esta artista presenta ahora su propuesta en vivo y en directo, y lo hace sabiendo que fue aplaudido por Helenita Vargas mientras degustaba un helado de vainilla.

 Anabella en el Festival de Verano. Jueves 11 de agosto a las 7:30 p.m. Palacio de los Deportes. Entrada libre con cupos limitados.

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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