
Detalle de la obra "El Coleccionista" (2016), de Óscar Muñoz.
Foto: Juan Yaruro
El tiempo reacciona y transforma la figura: la seca, la desproporciona, la vuelve polvo, la sumerge y la diluye. No deja rastro, como si se la hubieran devorado. La aparición de rostros, transeúntes retratados, artefactos utilizados para sostener la imagen, pero que carecen de ella; palabras que se sumergen y hechos históricos dispersos entre el polvo, son algunas visiones que se muestran en la exposición Infraleve. Memoria y fragilidad, de Óscar Muñoz.
El artista colombiano posee una trayectoria con un aporte relevante al arte...
Por Sandra Fernández
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