El compositor antioqueño Jaime Rudesindo Echavarría falleció el viernes en la madrugada a causa de una falla renal aguda a los 86 años de edad en su natal Medellín. Echavarría, conocido en el mundo artístico como Jaime R., se dedicó a la música desde niño, aunque jamás estudió en conservatorio. Algunas de sus inmortales composiciones fueron Noches de Cartagena, Cuando voy por la calle y Me estás haciendo falta.
Su profesión era la de ingeniero químico, grado que obtuvo en la Pontificia Universidad Bolivariana. Empresario y político, fue embajador de Colombia en Etiopía, gobernador de Antioquia y director nacional de Comercio Exterior. Nació el 13 de noviembre de 1923 en el hogar conformado por Alicia Villegas y Jaime Echavarría. Su madre era pianista, y un tío suyo, Luis Eduardo, eximio intérprete del acordeón.
Entre los artistas que cantaron sus obras se encuentran María Dolores Pradera, Alci Acosta, María Marta Serra Lima, Helenita Vargas, Armando Manzanero y Garzón y Collazos, entre otros. Su talento, según quienes lo conocieron y escucharon, no sólo era como compositor, también se destacó como un gran intérprete del piano.
Echavarría debutó como músico profesional en 1961, cuando sacó su primer disco con el sello Sonolux, cantando sus canciones acompañado por un piano y en la guitarra, por el maestro Luis Uribe Bueno.
Durante sus últimos años estuvo dedicado a trabajar en el sector de la música como presidente de Acinpro (Asociación Colombiana de Intérpretes y Productores Fonográficos) en el período de 1982 a 1986, luego asumió como gerente hasta el año 2000. Gracias a sus distintas labores, entre las cuales estaba la de columnista de opinión de El Espectador, recibió los más altos honores que otorga el país, entre ellos, la Cruz de Boyacá, la Distinción al Mérito Artístico y el Escudo de Antioquia, Categoría Oro.
Doña Rosa Elena López, su esposa, fue la inspiradora de la mayoría de sus canciones, siendo su primera obra el bambuco Muchacha de mis amores. Con esta canción y con Qué quieres tú, el Dueto de Fortich y Valencia impuso su nombre desde sus programas en La Voz de Antioquia.
Más tarde se volvió popular Serenata de amor, una canción que se constituyó en clásica del cancionero colombiano, dada a conocer primero por el trío Los Romanceros en Medellín y luego por Garzón y Collazos. Más tarde, el tenor mexicano Alfonso Ortiz la internacionalizaría. La canción decía así:
“Se va llenando la noche
con rumores de canción
y se enreda en tu ventana
mi serenata de amor”.
Echavarría fue un eterno enamorado de la noche, la bohemia de canciones y la música. La ministra de Cultura, Paula Marcela Moreno, se dolió por la muerte del compositor, a quien catalogó como un maestro que, “de una manera muy sentida y sencilla, le cantó a la gente a través de las serenatas”.