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Guzmán, quien decía ser “un viejo pintor, poeta cubano, escritor, caminante, humorista y un enorme soñador”, había nacido en San Juan de los Remedios, de la provincia de Villa Clara, un día como hoy hace 67 años.
Sus obras traspasaron las fronteras de la isla, algunas se encuentran en las embajadas de Cuba en Argentina y Chipre, y otras integran las colecciones de instituciones culturales de la isla como la Casa de las Américas, el Centro Wilfredo Lam y el Museo Nacional de Bellas Artes.
Su modo de reflejar la realidad y su entorno le valió para que algunos especialistas de la pintura lo consideraran un “expresionismo natural e inquietante”.
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Este artista formó parte del Grupo Signos que dirigió el reconocido escritor y pintor Samuel Feijóo, y en los últimos tiempos perteneció a la cátedra de la Cultura Cubana Juan Marinello, de la Universidad Central Marta Abreu de Santa Clara, a las asociaciones de Humoristas y de Autores Musicales de Cuba y a la directiva de la Asociación Nacional del Tango.
A partir de 1989 comienza a presentar exposiciones personales en la Biblioteca Nacional José Martí de La Habana, en la Galería Orígenes, el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso y el centro cultural Recoleta de Buenos Aires, Argentina, entre otras.
En La Habana también participó en muestras colectivas en el Salón de Marinas, la Galería Leopoldo Romañach, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, la VIII Bienal Internacional de Humorismo y la Galería Eduardo Abela.
Recibió reconocimientos tanto en Cuba como en Argentina, el primer premio del cuarto Salón Mercosur, el Premio Juanito Laguna 1999, y el segundo lugar en pintura Naíf del séptimo salón Mercosur Internacional Premio Padre Castañeda, de 2002.
