Fernando Botero falleció este viernes 15 de septiembre en Montecarlo, en Mónaco. El pintor y escultor tenía 91 años. El artista nació en Medellín, pero desde la década de 1950 vivió en diferentes ciudades y países. Barcelona y Madrid, en España; París, Francia; y Nuevo York, Estados Unidos, fueron algunas de las ciudades en las que residió.
Otros de los lugares en los que vivió el artista fue el pueblo de Pietrasanta, en el norte de la región de Toscana, en Italia. La zona fue donde artistas del renacimiento como Leonardo Da Vinci y Michelangelo escogían el mármol para sus esculturas. Allí fue enterrada la esposa de Botero, Sophia Vari, quien falleció el pasado 5 de mayo a los 83 años. El pueblo fue residencia y estudio ocasional del artista, lo que lo dejó con una estrecha relación con el sitio.
“Mi papá era la persona más sencilla del mundo. Nunca hablamos de eso, pero mi papá quería que sus restos terminaran en Pietrasanta, ese lugar que fue tan importante tanto para él, como para Sophia y la familia entera, un lugar donde él mantuvo una casa y donde trabajó más de 40 años de su vida. Allí, eventualmente, van a quedar sus restos junto a los de Sophia, en un cementerio pequeño, bellísimo, a las afueras del pueblo”, aseguró la hija del artista, Lina Botero, en entrevista con Blu Radio.
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El colombiano incluso donó varias obras al pueblo. En la Fondearía Mariani el artista trabajó en sus esculturas de bronce. “Lo que más me llama la atención de él es respeto que siempre ha tenido por los artesanos. Una relación de pares, de mucho respeto y esto es una cosa muy importante”, aseguró Adolfo Agolini, el propietario de la Fondería, en entrevista con Noticias Caracol.
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