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¿Qué destaca de la relación que la literatura entraña con lo urbano y lo rural?
La literatura está en todas partes, y sin duda las grandes ciudades, así como los paisajes y la vida del campo, son fuente de inspiración para los escritores, pues se complementan y afianzan la relación entre el hombre y la tierra. En el campo, la literatura reivindica la pérdida de los valores que se puede dar en la ciudad; allí la palabra es sagrada, contemplar un amanecer llena el alma. Muchas veces, esa aparente calma de la naturaleza irrumpe en la ciudad por medio de un desastre natural y entonces se desencadena una crisis. A modo de ejemplo sirve una de las conferencias que tendremos en el Festival de la Palabra Caro y Cuervo 2018, titulada: “El paso de los huracanes: memoria colectiva desde el Caribe”, a cargo de la escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres. Se hablará sobre las respuestas ciudadanas frente a los desastres naturales y la dinámica entre el orden y el caos.
¿Cuál considera que es la pertinencia del Festival en este momento de posacuerdo y reconciliación que algunos sectores políticos y sociales están intentando llevar adelante?
Poner la mirada en el campo es muy importante, y más importante es si la ponemos desde una sensibilidad artística. No se nos puede olvidar que es allí, en el campo, donde surge la vida. Esta versión del Festival de la Palabra Caro y Cuervo celebra la cultura; le apuesta a enriquecer, desde la relación entre lo rural y lo urbano, la discusión sobre saberes literarios, artísticos, lingüísticos y socioculturales, entre otros. Recordar el campo es recordar que la cultura, en todas sus manifestaciones, contribuye a la reconciliación, el reconocimiento y la aceptación del otro. Siempre he creído, y estoy cada vez más convencida, que solo mediante la cultura, como sucede en los países civilizados, los pueblos logran su verdadero e integral desarrollo. Es más transcendental y necesario para los seres humanos ser que saber.
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¿Cuál cree que es la trascendencia de la actividad literaria —su creación, su estudio, su circulación— en una sociedad?
Toda. Es muy importante crecer en un ambiente en donde exista la lectura de obras literarias. Tengo la certeza de que quien ha leído tiene, por lo general, buena ortografía y es capaz de escribir y comunicarse bien. La actividad literaria nos hace más ricos en conocimiento; identificarnos con algunos personajes nos hace más solidarios, más tolerantes. Leer nos permite viajar, analizar, pensar. Escribir nos desarrolla facultades creativas, nos hace más racionales y, por tanto, menos violentos.
¿Cuál es el principal reto en la preservación del patrimonio inmaterial lingüístico de Colombia?
Transmitir de generación en generación el respeto y la admiración por nuestra lengua, las ganas de conocerla, de entenderla, de apropiarse de ella. Este reto viene desde casa y desde el colegio. Hoy la Asociación de Amigos del Caro y Cuervo se enfrenta a este reto desde diversas actividades, como el Concurso de Cuento Caro y Cuervo, que realizamos cada año, con el fin de incentivar a los escritores más jóvenes con campañas innovadoras.
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Una de las actividades del Festival será la jornada de corrección ortográfica de los tatuajes, con jóvenes. ¿Cómo creen que la población juvenil —teniendo en cuenta las posibilidades mediáticas de hoy y las redes sociales— pueda comprender la trascendencia del uso lenguaje?
Para llegar a una población juvenil es clave ponernos en los zapatos de ellos, preguntarnos cuáles son sus necesidades, en qué invierten su tiempo, por qué piensan y actúan como tales. La campaña que busca desde 2015 corregir errores de ortografía y redacción en tatuajes, Caro y Cuervo Ink, nació desde la preocupación del mal uso del español que tienen los jóvenes al expresarse en forma oral o escrita en los chats o las redes sociales. Esta campaña, que hemos desarrollado con gran acogida en varias ciudades de Colombia, así como en Buenos Aires y Lima, ha logrado llegar al corazón al público joven y se ha convertido en una oportunidad para acercar a este grupo de personas no solo al buen uso de la lengua, sino al Instituto Caro y Cuervo.
