
Detalle del afiche promocional de la película "Los rebeldes del fútbol", de Eric Cantoná, presentada en el Festival de cine de Cartagena seis años atrás. / Cortesía
Y de pronto, luego de una pelota de fútbol, de aquellas viejas pelotas de fútbol en blanco y negro, aparecían tomas de aviones que bombardeaban, de bombas que caían, de fuego que incendiaba, de hombres que morían. Imágenes de tragedia y muerte. Salvador Allende decía por la radio que moriría, si era necesario, por defender la causa de aquellos que habían votado por él. Y murió, claro. Tenía que morir. Y de nuevo las bombas y los aviones, el dolor, el reguero de sangre que luego cantarían algunos como Pablo Milanés: “Yo pisaré las calles...
Por FERNANDO ARAÚJO VÉLEZ
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