Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hay que darle las gracias a Saúl Alvídrez, activista y documentalista mexicano, quien hizo posible que quedara registrado en un documental y en un libro el diálogo de varias horas entre el pensador estadounidense Noam Chomsky y el expresidente de Uruguay José ‘Pepe’ Mujica.
Chomsky y Mujica. Sobreviviendo el siglo XXI es el nombre de este libro que queremos traer a colación esta noche, a propósito del fallecimiento del exmandatario uruguayo, que dejó este mundo a sus 89 años tras padecer por varios meses un cáncer de esófago.
Alvídrez, que estuvo varios años en distintos países de América Latina, logró primero establecer en 2016 comunicación con Noam Chomsky. Luego, tras varios intentos fallidos, pudo hacerlo con Pepe Mujica. A los dos los consideraba sus mayores referentes. Contrario a lo que muchos podríamos creer, le costó trabajo conseguir financiación para el documental que también quedó como registro del fin de semana en el que Chomsky y su esposa visitaron al expresidente de Uruguay en su chacra, cerca de Montevideo.
“Le agradezco a la vida el haberte conocido. Tal vez, tu larga siembra nos ha ayudado a sostener la más difícil y comprometedora de las libertades; me refiero a la libertad de pensamiento”, dijo Mujica sobre Chomsky el 18 de julio de 2017, en el discurso de presentación de la conferencia “Perspectivas de supervivencia”, en Uruguay.
Sobre Mujica, Chomsky le respondió a Alvídrez que le parecía muy difícil encontrar un caso de un líder político que haya vivido “una vida simple, honesta y comprometida con el trabajo en beneficio de la gente”, y en su momento aseguró que “(Pepe) es la figura política más cautivante e importante hoy en el mundo”.
En ese fin de semana que quedó para la historia, Chomsky y Mujica dejaron reflexiones sobre el neoliberalismo, la guerra contra las drogas, el presente de Estados Unidos, de América Latina, de Europa, de China, pero no solo hablaron de la geopolítica, sino también dejaron algunas ideas sobre el amor, la felicidad, la libertad, la democracia, entre otros asuntos que trascienden las coyunturas y comprometen sus visiones sobre la condición humana.
Chomsky y Mujica sobre la Inteligencia Artificial
Aunque no era un secreto, en ese entonces hablaron de la automatización del trabajo debido a los avances tecnológicos. Chomsky, autor de libros como Los guardianes de la libertad, ¿Quién domina el mundo?, El mito del idealismo americano, Cooperación o extinción, Malestar global, El nuevo orden mundial (y el viejo), entre otros, dijo que la izquierda tenía varias tareas en este sentido: una de ellas tenía que ver con construir un sistema social en el que las personas puedan “emprender un trabajo verdaderamente creativo y satisfactorio” aprovechando que fueron liberadas de los trabajos “aburridos”.
Asimismo, el pensador estadounidense afirmó: “la automatización puede servir para destruir la fuerza obrera o de los trabajadores, pero también se pude utilizar en sentido contrario, para avanzar en cualquiera de estos dos sentidos”. Así, Chomsky propuso en su conversación con Mujica que se comprendiera bien cómo funciona la tecnología, para así “reconocer el potencial libertador y democrático que tiene, para construir un sistema social capaz de explotar ese potencial en beneficio de la libertad y la democracia”.
Mujica, siempre con un sentido humanista, respondía a lo dicho por Chomsy diciendo que: “El avance de la economía y de la tecnología, si tiene un destino de crear y tratar de multiplicar la felicidad humana, bienvenido. De lo contrario, puede ser un mundo desastroso; podemos ver un tipo de dictadura que nunca ha visto la Tierra”.
A su vez, el exmandatario uruguayo se adelantaba a este tiempo para decir que la culpa no la tendrá la inteligencia artificial, que habría que regular y preguntarse quién y para qué se maneja esta herramienta. “Entonces, hay en el fondo una cuestión moral, una cuestión filosófica de por qué luchamos, y la respuesta va a depender de la capacidad que tengan los humanos de enfrentar esto, porque las leyes que se cumplen son solo aquellas que tienen respaldo humano y se hacen cumplir. El cementerio de las buenas leyes muertas es infinito; lo principal es que existan fuerzas sociales”.
¿Qué pensaban Chomsky y Mujica sobre la libertad y el trabajo?
Una de las reflexiones más llamativas entre ambos tuvo que ver con la libertad y con una crítica implícita a la vida dedicada al trabajo. Fue Mujica quien respondió primero a la pregunta de qué es una vida bien vivida. Y aunque habló de la felicidad como un “equilibrio de sentir que uno está cumpliendo con alegría y con ganas en lo que se compromete”, luego se refirió a la importancia de tener tiempo para vivir.
“Para vivir hay que trabajar, claro, pero la vida no es solo trabajar, hay que tener tiempo para vivir; por lo tanto, la sobriedad es parte de ganarse la libertad. Ahora, si el mercado se va a llevar todo el tiempo de mi vida para que tenga que vivir pagando cuentas y acumulando cosas, no soy libre”.
Chomsky se tomó la palabra para complementar esta idea y decir que “Estar involucrado en un trabajo creativo bajo tu propio control es una experiencia incomparable, y el hecho de que las personas se vean privadas de eso es algo que tiene que ser superado”.
Mujica lo dijo en palabras que dan cuenta de una realidad que se volvió paisaje: “Muchos dicen «yo no quiero que a mi hijo le falte nada» ¡y le terminás faltando vos!, porque no tenés tiempo, porque te vas de madrugada a trabajar y venís de noche, y apenas le das un beso cuando está dormido. Pero ¡¿quién te dijo que precisa tanta cosa?! Te precisa a vos. Y de eso está lleno el mundo moderno".
Sobre la comunidad y la solidaridad en el siglo XXI
También fue interesante la reflexión conjunta que hicieron sobre la solidaridad y la importancia de volver a la idea de la comunidad. Chomsky a esta altura aseguraba que “Aquí el problema es que puedes controlar a la gente cuando no trabaja junta; por eso el esfuerzo de todos los movimientos populares, el movimiento obrero y otros, ha sido el de tratar de superar eso desarrollando la solidaridad, la interacción la actividad comunitaria. (...) Así es como se puede lograr el bien común, mediante organizaciones populares que trabajen para lograr fines progresistas en cooperación con otros. Y la cooperación por estos días puede ser fácilmente internacional. Quiero decir que podemos hacer uso de los desarrollos tecnológicos para crear movimientos internacionales”.
Mujica apelaba a una visión antropológica de la solidaridad y comentaba en ese entonces que “el ser humano es un bicho socialista: el devenir y la historia lo hicieron capitalista. La propiedad nos separó de la cooperación, y hay una larguísima batalla cultural. Si queremos sobrevivir en el planeta y en el universo tendremos que volver a cooperar. (...) Hay que estudiar al hombre como animal, después como civilización, y creo que la cooperación, ese afán de cooperar, es una característica brutal de la especie, la más digna que tiene”.
Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖
