“Guillermina y Candelario” y su apuesta por la diversidad cultural

Hace alrededor de doce años a unas hermanas caleñas, llamadas Marcela Rincón y Maritza Rincón, se les ocurrió una idea: crear un programa animado infantil, pero con una particularidad: sus protagonistas serían dos niños afrocolombianos, que a su vez serían hermanos. Fue así como surgió Guillermina y Candelario. Aquellos pequeños viven con sus abuelos Faustino y Francisca en una isla del pacífico colombiano. Y es que las creadoras de este proyecto desde antes ya se habían interesado en temáticas relacionadas con la cultura del Pacífico y afro, a través de su productora.

En la actualidad, Guillermina y Candelario lleva cinco temporadas. Se ha mantenido en todo este tiempo quizás porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado de su creación, todavía no hay más programas que se atrevan a hacer lo que ellas hicieron: poner a protagonizar a niños afrocolombianos. Niños curiosos, que pasan sus días fantaseando, y que nos enseña toda la riqueza cultural de Pacífico y el valor de la familia. A lo largo de esto doce años, se han ido más personajes, porque al principio solo eran tres: Guillermina, Candelario y su abuelo. La duración de este programa también ha variado. En su primera temporada cada capítulo duraba cuatro minutos, en la segunda pasaron a ser casi ocho minutos, y a partir de la tercera se alargaron a doce minutos.

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La serie, dirigida para niños entre los cinco y ocho años, es coproducida por la productora de las hermanas Rincón; Fosfenos Media, y Señal Colombia. De hecho, el programa es emitido a través de este canal, aunque durante su primer año de creación era difundido a través de Telepacífico. Además, Guillermina y Candelario ha traspasado las fronteras, porque ha sido emitido en canales públicos de El Salvador, Chile, Venezuela, Perú y Brasil. Sin mencionar que la serie hace parte del contenido audiovisual ofertado por Maguaré, un portal del Ministerio Cultura, dirigido a la primera infancia.

Su quinta temporada, que tiene veinte capítulos, se centra en la cultura de la paz. Asimismo, tiene otra particularidad: a la isla del Pacífico llegan indígenas embera, produciéndose así un intercambio cultural.

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El año pasado, surgió otro programa derivado de esta serie, llamado La maleta de Guillermina y Candelario, un programa de eduentretenimiento disponible en RTVCPlay, una plataforma gratuita. El objetivo de esta propuesta es ofrecer un contenido que ayude a que los niños adquieran conocimientos en torno a la diversidad cultural de Colombia. La serie, de veinte capítulos, también puede ser empleada por docentes y padres como una herramienta de enseñanza para niños entre los seis y diez años. El programa surgió gracias al proyecto “Reafirmación étnica para la primera infancia en instituciones educativas”, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Hace alrededor de doce años a unas hermanas caleñas, llamadas Marcela Rincón y Maritza Rincón, se les ocurrió una idea: crear un programa animado infantil, pero con una particularidad: sus protagonistas serían dos niños afrocolombianos, que a su vez serían hermanos. Fue así como surgió Guillermina y Candelario. Aquellos pequeños viven con sus abuelos Faustino y Francisca en una isla del pacífico colombiano. Y es que las creadoras de este proyecto desde antes ya se habían interesado en temáticas relacionadas con la cultura del Pacífico y afro, a través de su productora.

En la actualidad, Guillermina y Candelario lleva cinco temporadas. Se ha mantenido en todo este tiempo quizás porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado de su creación, todavía no hay más programas que se atrevan a hacer lo que ellas hicieron: poner a protagonizar a niños afrocolombianos. Niños curiosos, que pasan sus días fantaseando, y que nos enseña toda la riqueza cultural de Pacífico y el valor de la familia. A lo largo de esto doce años, se han ido más personajes, porque al principio solo eran tres: Guillermina, Candelario y su abuelo. La duración de este programa también ha variado. En su primera temporada cada capítulo duraba cuatro minutos, en la segunda pasaron a ser casi ocho minutos, y a partir de la tercera se alargaron a doce minutos.

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La serie, dirigida para niños entre los cinco y ocho años, es coproducida por la productora de las hermanas Rincón; Fosfenos Media, y Señal Colombia. De hecho, el programa es emitido a través de este canal, aunque durante su primer año de creación era difundido a través de Telepacífico. Además, Guillermina y Candelario ha traspasado las fronteras, porque ha sido emitido en canales públicos de El Salvador, Chile, Venezuela, Perú y Brasil. Sin mencionar que la serie hace parte del contenido audiovisual ofertado por Maguaré, un portal del Ministerio Cultura, dirigido a la primera infancia.

Su quinta temporada, que tiene veinte capítulos, se centra en la cultura de la paz. Asimismo, tiene otra particularidad: a la isla del Pacífico llegan indígenas embera, produciéndose así un intercambio cultural.

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El año pasado, surgió otro programa derivado de esta serie, llamado La maleta de Guillermina y Candelario, un programa de eduentretenimiento disponible en RTVCPlay, una plataforma gratuita. El objetivo de esta propuesta es ofrecer un contenido que ayude a que los niños adquieran conocimientos en torno a la diversidad cultural de Colombia. La serie, de veinte capítulos, también puede ser empleada por docentes y padres como una herramienta de enseñanza para niños entre los seis y diez años. El programa surgió gracias al proyecto “Reafirmación étnica para la primera infancia en instituciones educativas”, implementado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).