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Hannah Arendt: de la obediencia, el poder y la violencia

Han pasado ocho décadas desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La barbarie de aquel entonces fecundó cientos de ideas e historias que nos hacen reflexionar sobre lo que somos capaces de hacer los seres humanos. En medio de la filosofía de la época, rescatamos algunos conceptos de la pensadora alemana Hannah Arendt. Segunda entrega.

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Andrés Osorio Guillott
23 de junio de 2025 - 08:10 p. m.
Entrada del campo de concentración de Auschwitz, uno de los más emblemáticos del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Entrada del campo de concentración de Auschwitz, uno de los más emblemáticos del nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
Foto: Éder Leandro Rodríguez

La obediencia de la que venimos hablando nos sitúa en un ejercicio de poder, concepto transversal en la obra de Hannah Arendt, especialmente del poder político, que llevó a la filósofa alemana a preguntarse también por la violencia. Pero vamos por partes. Para ella, y lo dice en La condición humana, “La política se basa en el hecho de la pluralidad humana. Dios creó al hombre, los hombres son producto de la tierra. La política trata de la convivencia entre diferentes”.

El ejercicio de la política incluye un principio no menor: la libertad....

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Maribel Martinez(27840)24 de junio de 2025 - 03:25 p. m.
Decía Chomsky a raíz del 9/11 y en esa época que una cosa era entender porque se generaron esos actos y otra comprender por qué se generaron, que lo primero no era posible pues implicaba justificarlos y lo segundo era plausible pues allí estaba el meollo, o como dijo hace unos meses Guterrez de la ONU, los ataques a Israel no se generaron en el vacío, fueron años de abusos sufridos por el pueblo palestino a manos de Israel.
Chirri(rv2v4)24 de junio de 2025 - 11:14 a. m.
Nuestro tarro, al leer este articulo, se pone en modo..¡generativo!!! Pero...ajá, seguimos metidos en el cuento de que hay un fluido creador e omnipotente. Sea, que seguimos en la sin salida.
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