Ilaciones: el arte y su rompimiento con lo predominante

La exposición, que está siendo presentada en la Galería Lokkus en Medellín, muestra un recorrido "fracturado" de la obra artística de María Teresa Cano. Su mirada crítica y certera rompe con lo tradicional entorno a lo doméstico y lo femenino.

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REDACCIÓN CULTURA
13 de octubre de 2018 - 07:37 p. m.
Fue a principios de la década de 1980 que María Teresa Cano incursionó en el arte cuestionando lo íntimo y rutinario de los objetos domésticos. / Crédito: Felipe García López
Fue a principios de la década de 1980 que María Teresa Cano incursionó en el arte cuestionando lo íntimo y rutinario de los objetos domésticos. / Crédito: Felipe García López
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Cuando el hogar, la morada misma se convierte en un taller, lo doméstico pasa a un segundo plano, o, por lo menos, pasa a ser interrogado para desvirtuar su cotidianidad y construir un relato artístico que rompa con lo tradicional y ocasiones una transgresión a los objetos ordinarios para ser observados como objetos que pueden ser también considerados piezas conceptuales y causantes de rupturas.

Érika Martínez, curadora de Ilaciones, ofrece a los espectadores un recorrido estético, histórico y cultural sobre una parte del cuerpo de obra de la artista María Teresa Cano, quien desde la década de 1980, estableció en su discurso un cuestionamiento sobre la forma en que concebimos lo doméstico y sobre la errónea idea bajo la cual lo femenino está ligado a este campo. Como una forma de espejo, los objetos de un hogar visibilizan la identidad de quienes lo habitan. Las formas, los espacios, el uso y el orden específico de cada objeto determina o guarda un relato, una imagen, una impresión sobre el modo en que esa, o esas personas, con-viven en el mundo.

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Recolección de archivo, investigación, curaduría, restauración y demás gestiones fueron llevadas a cabo por la Galería Lokkus. Su compromiso con reivindicar el rol de las mujeres en la constitución de un arte local y nacional y el conocimiento de la obra de María Teresa Cano como una de las manifestaciones más emblemáticas de las artes plásticas en Colombia llevaron a Manuela Vásquez, directora de la Galería, y Érika Martínez, curadora de Ilaciones, a resaltar los trabajos que la artista antioqueña realizó a finales del siglo XX y que tras diez años por fuera del circuito local decidió retomar.

Luego de recibir el I Premio en el I Salón Arturo y Rebeca Rabinovich con su instalación “Yo, servida a la mesa” (1981) y su participación en Radical Women: Latin American Art, 1960-1985 por su mirada crítica y su discurso que rompía con las miradas tradicionales y conservadoras sobre la mujer, María Teresa Cano habría de convertirse en un referente del arte en Colombia y en Latinoamérica. Sus pasos determinaron un arte que desobedecía lo predominante, que puso en tela de juicio lo normal, lo rutinario, lo aparentemente natural en una sociedad que estaba sumida en una zona de confort y que vio en la obra de Cano un acto de irreverencia y emancipación.

La memoria, la identidad y la transformación son elementos que atraviesan los objetos que se exponen en Ilaciones. La carga de una imagen que evoca la intimidad del hogar suscita en el espectador un choque entre aquello que pensó que nunca podría tener otro sentido que el que se otorga en casa y un significado que trastoca nuestra perspectiva del mundo y cuestiona la manera en que normalizamos y olvidamos las posibles aristas que hay detrás de todo lo que nos rodea y nos determina.

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Sobre nupcias y ausencias (1992),  Yugo (1994),  Hasta que la muerte nos separa (1996) y Sucesión (1998), son algunas de las obras que hacen parte de Ilaciones. En ellas hay un recorrido en el tiempo que no se muestra de manera línea, pues justamente la ilación es un proceso en el que se deconstruye aquello que está en materia de análisis para reunir las piezas, o algunas de ellas, y así deducir el sentido del objeto o la obra que se está estudiando. Así, muestras e instantes que se muestran fragmentados en la exposición, permiten construir una perspectiva amplia, más no completa, de la teoría, el discurso y el valor artístico de María Teresa Cano para escudriñar en los recovecos de lo cotidiano y lo doméstico para romper con esos pequeños casamientos que tenemos los seres humanos con lo aparentemente normal.

Por REDACCIÓN CULTURA

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