El Magazín Cultural
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Improvisar, el arte del colapso

El Quinto Pulgar es un colectivo de improvisadores que suma a la ciudad nuevos espacios de educación y entretenimiento teatral.

Juanpablo Gómez
24 de mayo de 2022 - 08:52 p. m.
Los espectadores teatrales en el siglo XXI buscan experiencias en las que dejen de ser puramente observadores y pasen a convertirse en co creadores de lo que sucede sobre el escenario.
Los espectadores teatrales en el siglo XXI buscan experiencias en las que dejen de ser puramente observadores y pasen a convertirse en co creadores de lo que sucede sobre el escenario.
Foto: El Quinto Pulgar.

Existen muchas formas de liberar adrenalina. Hay quienes disfrutan de lanzarse en paracaídas desde un avión, subirse a una montaña rusa o practicar todo tipo de deportes extremos. Hay otro tipo de personas que encuentran placer en subirse a escenarios teatrales frente a un público desconocido para crear escenas nunca antes ensayadas. Esa adrenalina, la de enfrentarse a lo desconocido para, instantáneamente, idear, concebir, crear, ejecutar y presentar una escena teatral inédita, es la razón de ser del colectivo artístico El Quinto Pulgar y otros tantos grupos representativos de la improvisación teatral en Colombia.

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Los espectáculos de improvisación teatral son cada vez más comunes en Bogotá, teatros, bares, hoteles y hasta canchas de tejo se convierten en escenarios para la creación de escenas totalmente improvisadas y donde el público tiene la posibilidad de participar activamente en su creación y desarrollo. Pagar por ir a ver un espectáculo de teatro completamente improvisado puede parecer una tontería, sin embargo, el público bogotano frecuenta cada vez más estos espacios. Los espectadores teatrales en el siglo XXI buscan experiencias en las cuales dejen de ser puramente observadores y pasen a convertirse en co creadores de lo que sucede sobre el escenario.

La adrenalina de crear desde algo totalmente desconocido parece contagiarse entre artistas y público. El salto al vacío de no saber lo que sucederá los convierte en cómplices y es por esto que atrae a tantas personas a los lugares donde se presentan los diferentes grupos de Impro (como se le conoce popularmente a la improvisación teatral).

Improvisar no es solo una técnica del teatro: hace parte del arte y de la vida. Todo proceso creativo implica, al menos, un momento de improvisación. Cuando nos referimos a la improvisación en el teatro, la música o las artes escénicas, hablamos de una corriente poética en donde el proceso creativo se hace visible al público, en donde no hay escondites ni oportunidad de planear y las etapas de la creación colapsan generando obras únicas e irrepetibles.

Los formatos de Improvisación son variados, desde el match de Impro (competencias de equipos improvisadores muy populares a finales de los 90 y primeros años del 2000) pasando por espectáculos de mediana y larga duración alrededor de temáticas puntuales, hasta otros con un enfoque no temático, sino experiencial, como El Napolitano en donde se presentan una avalancha de escenas improvisadas por tres equipos en los que no hay competencia y el público se convierte en un cuarto equipo que sube al escenario como remate de la jornada.

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Además de El Napolitano, Alejandro Cardona, fundador y director de El Quinto Pulgar (@Quintopulgar en instagram) se ha propuesto impulsar una oferta académica que forme improvisadores teatrales. Sus talleres se enfocan en otorgar herramientas básicas de improvisación teatral para permitir que personas fuera del mundo de la actuación ingresen en el juego.

La diferencia entre su programa y otros similares es la apuesta por lo básico y lo diverso: está compuesto por niveles que permiten el ingreso sin experiencia previa. Los avances se dan paulatinamente y sin presiones, entendiendo el arte teatral como un fenómeno que se sostiene en el encuentro entre seres humanos dispuestos a compartir emocionalmente. Complementando la oferta académica hay horarios de entrenamiento libre guiados por Oscar Salazar y conformación de equipos para personas con experiencia que quieren prepararse para hacer sus propios espectáculos.

La improvisación tiene grandes exponentes en la ciudad y el país, permitiéndole a cualquier persona disfrutar del teatro sin estructuras sofisticadas y complejas.

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Por Juanpablo Gómez

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