Para conversar en El refugio de los tocados, los invitados eligen una obra de literatura, su favorita. Jaime Granados, el abogado del expresidente Álvaro Uribe, eligió “Resurrección”, del escritor ruso León Tolstói. Después de leer este libro, fue diseñada una entrevista que, a través de la historia, reveló detalles de la vida de este penalista, que por estos días aparece en las pantallas de todo aquel que esté interesado en seguir las audiencias se van adelantando en contra de su defendido.
“Los abogados, y yo no soy la excepción, necesitamos, vivimos de la aprobación. La pregunta es qué estoy dispuesto a hacer por esa aprobación. Hay que ser uno mismo. Es muy difícil. Uno puede engañar a todos los demás, pero no se puede engañar a uno mismo”, dijo Granados durante esta conversación. Pero para entender el contexto de la la respuesta, vayamos a la novela: Resurrección se centra en la historia de Katiusha o la Maslova, como le decían en la cárcel, y el príncipe Dimitri Ivanovich Nejliudov. La primera, una mujer muy pobre que fue rescatada por dos mujeres adineradas, quienes la educaron y la emplearon en su casa: su madre murió cuando era una niña. El segundo, sobrino de ellas, nació en medio de privilegios que no se ganó, pero sí heredó. Era un príncipe.
Después de algunos encuentros entre ellos, la Maslova tuvo que padecer las consecuencias de lo que, no es un delito, pero lo pareciera: ser pobre, frágil e ignorante de las posibilidades que ofrece un sistema judicial enmarañado. Y él, de la realeza, se despierta: comienza a ser consciente de sus privilegios, de su vanidad, pero, sobre todo, de lo susceptible que puede ser a la necesidad de más poder a costa de los débiles, y de la aprobación externa. Y es por esto que Granados habló de las veces en las que él, como abogado, ha tenido que decidir entre lo que lo haría más “popular”, o “lo correcto”.
Esta novela es un relato del inconformismo y una manifestación de la indignación. Una historia sobre el daño que se causa al no cuidar los detalles y del peligro de que los que administren “justicia” no tengan propósitos, convicciones ni principios. Una sucesión de palabras sobre los excesos de la burocracia y la verdad detrás de nuestras decisiones, que, en su mayoría, se toman en busca de la aprobación y resultan siendo una traición al propio razonamiento.
A través de este pódcast, Granados explicó las razones por las que Resurrección marcó su vida, además de contar sus propias motivaciones para ser penalista, sus críticas al sistema judicial colombiano, reflexionó sobre el concepto de “justicia” y habló de las características de su personalidad que lo han preparado para “el juicio penal, que es una circunstancia dramática”.
“Trato de luchar con mis contradicciones. Hay momentos en los que me pongo muy tenso por no lograr las cosas que quiero, pero trato de calmarme y de enderezar el camino”, fue una de las frases que dijo el abogado en este capítulo.