El Magazín Cultural

Jorge Herralde: “La edición es un tema pasional”

El autor español publica “Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales” (Anagrama, 2019), un recorrido por los cincuenta años al frente de su editorial.

Isabel-Cristina Arenas
29 de mayo de 2019 - 02:00 a. m.
Jorge Herralde (1936), fundador y director de la Editorial Anagrama.  / Consuelo Bautista
Jorge Herralde (1936), fundador y director de la Editorial Anagrama. / Consuelo Bautista

Jorge Herralde (Barcelona, 1935) es uno de los editores de mayor trayectoria y reconocimiento de habla hispana. Se formó como ingeniero industrial y estaba destinado a seguir los pasos de su padre, un empresario del sector metalúrgico, pero su verdadera vocación era ser editor. Desde que decidió serlo ya han pasado cincuenta años y el catálogo de Anagrama es su admirada y respetada carta de presentación. Para celebrar este aniversario ha publicado Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales, una recopilación de entrevistas, ensayos, discursos, notas de viaje, cartas abiertas y algunos textos inéditos desde 1969 hasta el presente. El libro cuenta con un apartado de fotografías de conferencias, fiestas y eventos en los que ha participado como editor. Herralde también ha publicado Opiniones mohicanas, Por orden alfabético y El optimismo de la voluntad.

“El autor es la estrella absoluta, sin discusión. Los editores podemos intentar que luzca su mejor perfil, buscarle los mejores compañeros de escudería, sosegar los alborotos de su ego, etc.”, dijo en una entrevista con Nuria Azancot.

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Anagrama publica su catálogo en todos los países, da la misma importancia a todos los autores, mientras que los grandes grupos publican fuera de su país a los más famosos y dejan a los escritores menos conocidos en el ámbito local. “Los grandes grupos más que construir un catálogo lo compran”. Alguna vez, el fundador del Grupo Planeta quiso comprar Anagrama “con Herralde dentro”, pero él ni estaba en venta ni le interesaba.

Herralde dice que el editor es un lector voraz, no un escritor frustrado, por lo menos no en su caso; lo que él busca es “a partir de la lectura, contagiar los propios entusiasmos”. Su objetivo ha sido que los lectores confíen en la editorial y disfruten los libros. “Es muy difícil construir un catálogo, pero muy fácil destruirlo”. Gran lector de dietarios y memorias, se considera alguien sociable, aunque le gusta tener el fin de semana libre para leer tranquilo y ver ganar al Barcelona. Ha trabajado de la mano con su esposa, Lali Gubern, con quien ha compartido el día a día del trabajo en la empresa, los viajes, las conferencias, las cenas y la vida entera.

El libro más vendido de Anagrama hasta la fecha ha sido La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, y Seda, de Alessandro Baricco; nombres claves de la literatura y el periodismo figuran entre sus autores: Julian Barnes, Emmanuel Carrère, Leila Guerriero, Kazuo Ishiguro, Patrick Modiano, Guadalupe Nettel, Ricardo Piglia, Marta Sanz y Antonio Tabucchi, entre muchísimos otros. También lo hicieron Paul Auster, Roberto Bolaño, Javier Marías o Enrique Vila-Matas, pero se marcharon de la editorial con peores o mejores formas y modales. La correspondencia con sus autores a lo largo de estos cincuenta años de trabajo está siendo organizada y en algún momento estará disponible para consulta. Va en el año 2001, con 147 archivadores que están en proceso de inventario, clasificación y permisos legales que esperan esté lista en 2020.

En 1967 Herralde viajó a París a visitar librerías y editoriales, a conocer gente para afinar la idea de lo que quería de su propio negocio. El primer libro de Anagrama fue publicado el 23 de abril de 1969, poco después tuvo que enfrentarse a la censura franquista. En ese tiempo se presentaban los manuscritos originales, o libros extranjeros que una editorial quisiera traducir, a la “consulta voluntaria”, y el Ministerio prohibía, aprobaba o sugería las partes que debían ser borradas. Treinta y nueve libros fueron “desaconsejados” entre 1968 y 1969, con temas como la guerra civil, la revolución cubana o china, el mayo francés, de autores como Norman Mailer, Noam Chomsky o Walter Benjamin.

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En 1980 la editorial estaba en crisis económica y Herralde decidió vender su parte de la discoteca Bocaccio —lugar imprescindible entre artistas y escritores cerrado en 1985 (centro de operaciones de la Gauche Divine)— a José Manuel Lara Bosch, hijo del fundador de Planeta. Así salvó la editorial y dio un giro hacia la publicación de literatura; anteriormente estaba más enfocado en la política. Hoy Anagrama es un negocio sólido. La editorial estuvo bajo su cargo hasta 2017, año en que fue comprada por el grupo italiano Feltrinelli, aunque Herralde continúa siendo el presidente y dueño del 1 % de la empresa. Silvia Sesé es desde entonces la directora editorial, con quien afirma tener una gran relación y a quien agradece haber aceptado ser su relevo en Anagrama.

“Yo le diría a un joven aspirante que pasara por alto los consejos unánimes de no emprender semejante disparate y se preparara para la maratón”, le dijo a Juan Gabriel Vásquez en una entrevista en 2009 y diez años después, cuando se cumplen los cincuenta años de Anagrama, responde lo mismo durante la conferencia de prensa en la que presentó su libro: “¿Un consejo para un editor joven?”: “Si sabe que es el único oficio para él, que siga lo que quiere hacer y desoiga voces y se prepare”. A los ochenta y cuatro años Jorge Herralde sigue contagiando entusiasmos en lectores y nuevos editores.

Por Isabel-Cristina Arenas

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