
José Alfredo Jiménez en plenos años 40, poco después de que su canción "Yo" comenzara a ser cantada por todo México.
En un tiempo, trabajó como zapatero, y como mensajero, y en otro fue portero del equipo de Marte, que jugaba por los años 40 en la primera división del fútbol mexicano. Allí conoció a Antonio Carbajal, o eso dijeron, como dijeron que contaba una y mil historias sobre aquel hombre siempre vestido de negro que pasó a ser parte de la historia eterna del fútbol mexicano y mundial, y allí, metido entre los tres palos de su equipo, entendió lo que era perder, perder siempre, más allá de que su equipo ganara, o en el mejor de los casos, declararse...

Por Fernando Araújo Vélez
De su paso por los diarios “La Prensa” y “El Tiempo”, El Espectador, del cual fue editor de Cultura y de El Magazín, y las revistas “Cromos” y “Calle 22”, aprendió a observar y a comprender lo que significan las letras para una sociedad y a inventar una forma distinta de difundirlas.fernando.araujo.velez@gmail.com
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