Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              03 de diciembre de 2017 - 12:00 p. m.

                                                                                                                              Juan José Hoyos: saber apagar la grabadora

                                                                                                                              Este año, el periodista antioqueño fue galardonado en la categoría Vida y Obra de los Premios Simón Bolívar. Durante sus casi 40 años de carrera, Hoyos nunca mandó sus trabajos a este premio. Sin embargo, el jurado reconoció que es una de las plumas que mejor ha entendido y escrito la historia de reciente de Colombia.

                                                                                                                              Camila Builes / @CamilaLaBuiles

                                                                                                                              Juan José Hoyos. / Manuel Saldarriaga - El Colombiano

                                                                                                                              Querido Juan José,

                                                                                                                              A fin de año preparamos en El Espectador una edición especial que reconoce a los personajes principales de los últimos doce meses. Hombres y mujeres que han dedicado toda su vida a crear nuevas maneras de entender nuestra realidad: médicos, deportistas, escritores, cineastas, empresarios, ambientalistas, maestros. Personas que lograron despertar la curiosidad y la admiración de otros por su trabajo incansable, su disciplina. Es un trabajo difícil seleccionar esas personas: ¡cuántos en este país son unos temerarios por escoger el perdón y el amor en vez de la venganza y la guerra! Muchos. Sin embargo, nos aventuramos en esta tarea para mostrarle a un lector -o varios, ojalá- que, como dice Facundo Cabral, “una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida” y a esas caricias también hay que hacerles eco.

                                                                                                                              Juan José, te escogimos a ti como uno de los personajes de este año con la excusa del premio que recibiste hace un mes. El Premio Simón Bolívar de Periodismo te concedió el galardón a Vida y Obra de un periodista. Yo, cándida y ciega, pensé en escribir un perfil sobre vos: sobre tu trabajo y tus hazañas, sobre el insomnio por el que renunciaste en 2015 a tus columnas en El Colombiano y el que empezaste a curar, gracias a la carta de uno de tus lectores, a principios de este año. Escribir de tus libros y tus clases, de tu familia en Granada, Antioquia y de tus alumnos. De nosotros.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Llamé insistentemente a Martha, tu esposa, porque sabía que no usabas celular. Que te distraen y te abruman los sonidos constantes de las notificaciones. Ella me respondió amable y pactamos nuestra “entrevista” para el martes. El martes a mediodía. Cuando me contestaste, tosías. Tu voz la recordaba de algunas clases a las que me metí sin permiso en la Universidad de Antioquia, un trueno grueso que dejaba a todos los alumnos absortos y petrificados. No con miedo, por supuesto que no con miedo, sino con atención, con hambre. “¿Cómo estás?”, te pregunté. “Mal. Estuve hospitalizado porque la altura y el frío me pegan duro. Después de recibir el premio me sentí mal. Yo siempre que voy para tierra fría ando con nebulizador porque me conozco y siempre me da la maluquera. La que me salvó fue una señora del aseo del hotel. Me recomendó un té de coca que, según ella, me pararía de una. Santo remedio. Un té de coca producido por indígenas del Cauca con Registro Invima. Una de los primeros resultados del acuerdo de paz”.

                                                                                                                              Estaba nerviosa y supongo que lo notaste. Mencioné el premio y te reíste. Después de eso, todo lo que dijiste fue una clase intensiva de periodismo, pero más que eso, de amor y ética por este oficio. “Llevo más de 40 años dedicado al periodismo. Media vida se la entregué a esto, a escribir. Nunca, jamás, mandé nada a ese premio (Los Simón Bolívar). ¿Por qué? Por dignidad. Era un premio que lo recibían los políticos y los empresarios, no los reporteros. Nunca me interesaron los premios, los rótulos, las condecoraciones y, mucho menos, si venían de una empresa privada. Hace cuatro años las cosas cambiaron. Empezaron a premiar en esta categoría (Vida y obra) al maestro Osuna, a Germán Castro Caycedo, imaginate un premio de más de 30 años sin premiar a Caycedo: una barbaridad, y, el año pasado, a Alfredo Molano. Hombres que se han dedicado toda su vida a escuchar, a entender este país”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Me contaste que el premio lo habías recibido con absoluta y genuina sorpresa. El año pasado, en la edición de diciembre de la revista El Malpensante, publicaste una crónica donde contabas la historia El Orejón, un paraje del municipio de Briceño, situado en el norte de Antioquia. Una vereda donde hay tantas minas como habitantes: hay una cada 426 metros cuadrados, mientras que en el resto de las zonas minadas de Colombia el promedio es una cada 2.600 metros cuadrados. Allí escribiste cómo guerrilleros y soldados se habían unido diez meses antes de firmarse el acuerdo de paz, para desminar el sitio. Escribiste cómo un soldado murió y su novia pueril fue por el cadáver y, en medio de una oleada de confusión entre tomarle una foto a la joven junto a su esposo o no usar el celular, ella también murió a causa de la explosión de una mina.

                                                                                                                              La voz a través del teléfono se escuchaba ronca y cortada: estabas llorando. Me dijiste que no había un título mejor para esa crónica que Barrer la casa y escribiste: “Cuando una guerra acaba, queda mucho trabajo por hacer. Hay que enterrar los muertos, recoger los heridos, dar asistencia a los refugiados... Hay que reparar los puentes y los caminos destruidos... Reconstruir las casas y las escuelas... Volver a cultivar los campos abandonados...”  Ángel Unfried, director de El Malpensante y Martha te “obligaron” a mandar el texto a la categoría mejor crónica escrita de los Premios Simón Bolívar, y “cómo no hacerle caso a Marthica”. La enviaste, La firmaste. La olvidaste.

                                                                                                                              Meses después, cuando ibas a tu casa en Cisneros, Martha te dijo que te buscaban de Bogotá. No contestaste porque ibas manejando. Cuando lograste parquear te diste cuenta de que era la gente de los Simón Bolívar. “Pensé que me había ganado el premio de la crónica, pero resulta que no, que me había ganado dizque el de la vida y obra. No le dije nada a Martha antes de llegar a un lugar en el que nos bajamos del carro. Esa mujer lloraba y casi se desmaya. A mí me dio un calambre en el estómago”.

                                                                                                                              Me dijiste con rabia que hubo muchos premios desiertos: “no estamos sirviendo para nada. La radio es una propaganda partidista sin historia. No estamos leyendo la realidad del país”. Me dijiste orgulloso que El Malpensante había ganado tres premios porque es una revista a la que le interesan las buenas historias.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Querido Juan José, yo no hubiera podido escribir un perfil tuyo en este espacio, con este tiempo. Hubiera sido una falta de respeto a tu trabajo como periodista, como maestro, como escritor. Me quedé parada al borde de tu historia con los pelos de punta y una risa temblorosa. No había ningún ápice de arrogancia en tu voz y eso me conmovió. Todo tu conocimiento nunca fue aplastante. Fuiste amoroso y agudo. “No soporto a esos hijueputas periodistas que llegan con la grabadora encendida. No saludan, no escuchan, no ven. Y luego preguntan güevonadas… no hay nada peor que un periodista que pregunta güevonadas. Así que Camila, si usted no sabe escuchar es mejor que se vaya a vender arepas a Rionegro porque es un trabajo más digno que estar juntando palabras encerrada en una redacción”.

                                                                                                                              Me quedé muda.

                                                                                                                              Gracias, Juan José.

                                                                                                                              Juan José Hoyos. / Manuel Saldarriaga - El Colombiano

                                                                                                                              Querido Juan José,

                                                                                                                              A fin de año preparamos en El Espectador una edición especial que reconoce a los personajes principales de los últimos doce meses. Hombres y mujeres que han dedicado toda su vida a crear nuevas maneras de entender nuestra realidad: médicos, deportistas, escritores, cineastas, empresarios, ambientalistas, maestros. Personas que lograron despertar la curiosidad y la admiración de otros por su trabajo incansable, su disciplina. Es un trabajo difícil seleccionar esas personas: ¡cuántos en este país son unos temerarios por escoger el perdón y el amor en vez de la venganza y la guerra! Muchos. Sin embargo, nos aventuramos en esta tarea para mostrarle a un lector -o varios, ojalá- que, como dice Facundo Cabral, “una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, existen millones de caricias que construyen la vida” y a esas caricias también hay que hacerles eco.

                                                                                                                              Juan José, te escogimos a ti como uno de los personajes de este año con la excusa del premio que recibiste hace un mes. El Premio Simón Bolívar de Periodismo te concedió el galardón a Vida y Obra de un periodista. Yo, cándida y ciega, pensé en escribir un perfil sobre vos: sobre tu trabajo y tus hazañas, sobre el insomnio por el que renunciaste en 2015 a tus columnas en El Colombiano y el que empezaste a curar, gracias a la carta de uno de tus lectores, a principios de este año. Escribir de tus libros y tus clases, de tu familia en Granada, Antioquia y de tus alumnos. De nosotros.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Llamé insistentemente a Martha, tu esposa, porque sabía que no usabas celular. Que te distraen y te abruman los sonidos constantes de las notificaciones. Ella me respondió amable y pactamos nuestra “entrevista” para el martes. El martes a mediodía. Cuando me contestaste, tosías. Tu voz la recordaba de algunas clases a las que me metí sin permiso en la Universidad de Antioquia, un trueno grueso que dejaba a todos los alumnos absortos y petrificados. No con miedo, por supuesto que no con miedo, sino con atención, con hambre. “¿Cómo estás?”, te pregunté. “Mal. Estuve hospitalizado porque la altura y el frío me pegan duro. Después de recibir el premio me sentí mal. Yo siempre que voy para tierra fría ando con nebulizador porque me conozco y siempre me da la maluquera. La que me salvó fue una señora del aseo del hotel. Me recomendó un té de coca que, según ella, me pararía de una. Santo remedio. Un té de coca producido por indígenas del Cauca con Registro Invima. Una de los primeros resultados del acuerdo de paz”.

                                                                                                                              Estaba nerviosa y supongo que lo notaste. Mencioné el premio y te reíste. Después de eso, todo lo que dijiste fue una clase intensiva de periodismo, pero más que eso, de amor y ética por este oficio. “Llevo más de 40 años dedicado al periodismo. Media vida se la entregué a esto, a escribir. Nunca, jamás, mandé nada a ese premio (Los Simón Bolívar). ¿Por qué? Por dignidad. Era un premio que lo recibían los políticos y los empresarios, no los reporteros. Nunca me interesaron los premios, los rótulos, las condecoraciones y, mucho menos, si venían de una empresa privada. Hace cuatro años las cosas cambiaron. Empezaron a premiar en esta categoría (Vida y obra) al maestro Osuna, a Germán Castro Caycedo, imaginate un premio de más de 30 años sin premiar a Caycedo: una barbaridad, y, el año pasado, a Alfredo Molano. Hombres que se han dedicado toda su vida a escuchar, a entender este país”.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Me contaste que el premio lo habías recibido con absoluta y genuina sorpresa. El año pasado, en la edición de diciembre de la revista El Malpensante, publicaste una crónica donde contabas la historia El Orejón, un paraje del municipio de Briceño, situado en el norte de Antioquia. Una vereda donde hay tantas minas como habitantes: hay una cada 426 metros cuadrados, mientras que en el resto de las zonas minadas de Colombia el promedio es una cada 2.600 metros cuadrados. Allí escribiste cómo guerrilleros y soldados se habían unido diez meses antes de firmarse el acuerdo de paz, para desminar el sitio. Escribiste cómo un soldado murió y su novia pueril fue por el cadáver y, en medio de una oleada de confusión entre tomarle una foto a la joven junto a su esposo o no usar el celular, ella también murió a causa de la explosión de una mina.

                                                                                                                              La voz a través del teléfono se escuchaba ronca y cortada: estabas llorando. Me dijiste que no había un título mejor para esa crónica que Barrer la casa y escribiste: “Cuando una guerra acaba, queda mucho trabajo por hacer. Hay que enterrar los muertos, recoger los heridos, dar asistencia a los refugiados... Hay que reparar los puentes y los caminos destruidos... Reconstruir las casas y las escuelas... Volver a cultivar los campos abandonados...”  Ángel Unfried, director de El Malpensante y Martha te “obligaron” a mandar el texto a la categoría mejor crónica escrita de los Premios Simón Bolívar, y “cómo no hacerle caso a Marthica”. La enviaste, La firmaste. La olvidaste.

                                                                                                                              Meses después, cuando ibas a tu casa en Cisneros, Martha te dijo que te buscaban de Bogotá. No contestaste porque ibas manejando. Cuando lograste parquear te diste cuenta de que era la gente de los Simón Bolívar. “Pensé que me había ganado el premio de la crónica, pero resulta que no, que me había ganado dizque el de la vida y obra. No le dije nada a Martha antes de llegar a un lugar en el que nos bajamos del carro. Esa mujer lloraba y casi se desmaya. A mí me dio un calambre en el estómago”.

                                                                                                                              Me dijiste con rabia que hubo muchos premios desiertos: “no estamos sirviendo para nada. La radio es una propaganda partidista sin historia. No estamos leyendo la realidad del país”. Me dijiste orgulloso que El Malpensante había ganado tres premios porque es una revista a la que le interesan las buenas historias.

                                                                                                                              No ad for you

                                                                                                                              Querido Juan José, yo no hubiera podido escribir un perfil tuyo en este espacio, con este tiempo. Hubiera sido una falta de respeto a tu trabajo como periodista, como maestro, como escritor. Me quedé parada al borde de tu historia con los pelos de punta y una risa temblorosa. No había ningún ápice de arrogancia en tu voz y eso me conmovió. Todo tu conocimiento nunca fue aplastante. Fuiste amoroso y agudo. “No soporto a esos hijueputas periodistas que llegan con la grabadora encendida. No saludan, no escuchan, no ven. Y luego preguntan güevonadas… no hay nada peor que un periodista que pregunta güevonadas. Así que Camila, si usted no sabe escuchar es mejor que se vaya a vender arepas a Rionegro porque es un trabajo más digno que estar juntando palabras encerrada en una redacción”.

                                                                                                                              Me quedé muda.

                                                                                                                              Gracias, Juan José.

                                                                                                                              Por Camila Builes / @CamilaLaBuiles

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar