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La bailarina de jazz

Gina Collazos vive en una constante búsqueda de retos y proyectos que le permitan evolucionar como artista.

Argenis Leal @ArgenisLealP

04 de enero de 2020 - 08:00 p. m.
Imagen de Gina Collazos, bailarina y coreógrafa colombiana, y quien se ha consolidado en la escena local, gracias a su estilo y sus creaciones. / Cortesía
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Para ella no existen cadenas: sus movimientos son fuertes, decididos y precisos. Ella baila para otros, pero sobre todo para ella. Su cuerpo, su espíritu y hasta su destino le han marcado un camino que siempre ha terminado en el mismo lugar: la danza. Desde los ocho años, Gina Collazos ha perseguido un sueño que la ha llevado desde Argentina a Estados Unidos, pasando por la India y algunos países de Europa. Ese sueño siempre ha sido bailar y, aunque se inició en el ballet, el jazz fue el género que despertó su pasión. “Mi hermana bailaba ballet desde muy pequeña, pero a mí no me gustaba. Debido al trabajo de mi padre nos fuimos a vivir a La Paz (Bolivia). Allá, en medio del aburrimiento, acepté tomar una clase. Los profesores fueron increíbles y después de mucho trabajo me enamoré, a pesar de que ese mundo era y sigue siendo muy exigente: si no tienes las condiciones físicas, lograrlo cuesta demasiado. Mi vida era estudiar y entrenar, no hacía nada más. En una presentación me caí y eso fue devastador. Me alejé del ballet y mi madre me aconsejó que probara con el jazz”.

El baile inspirado en el jazz toma elementos del ballet, la danza moderna y el claqué. Para Collazos, es “un ballet desestructurado, pero con mucha técnica”. Este estilo acentúa la línea corporal, la movilidad del torso, y provoca un trabajo de piernas con los pies en paralelo, además de exagerar los movimientos de ciertas partes del cuerpo. Si el bailarín lo desea, también se pueden incluir pasos de la danza africana o latina.

Pasaron más de cuatro años entre el momento de la caída y el encuentro con el jazz: “Estaba estudiando diseño gráfico y una noche me desperté llorando: llevaba mucho tiempo sin bailar. Al día siguiente busqué una escuela y empecé a tomar clases de ballet, pero mi cuerpo había cambiado. Ahí conocí a Diego Bros, un actor y bailarín. Él me dictó la clase que cambió mi vida: ese día llamé a mi madre para decirle que me dedicaría a bailar jazz”.

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Collazos viajó a Estados Unidos y allí continuó su formación: bailó, bailó mucho. Conoció, por ejemplo, el estilo de Bob Fosse, coreógrafo, director de cine y de teatro, inspiración de reconocidas figuras como Michael Jackson, pero su gran maestra fue la panameña Cecilia Marta. “Le dicen la Gata Negra. Ella me ayudó a encontrar mi camino, a definir quién era: una búsqueda que no termina nunca. Ella me decía: ‘Tú ves esta negra hermosa y tengo 50 años. Pienso bailar hasta la tumba, así que dime: ¿quién te dijo que la carrera de un bailarín termina a los 30?’. Recuerdo mucho esas palabras porque cuando tienes 20 años puedes probar cosas, pero a los 30 ya sabes cómo moverte. Ahí es donde empieza la creación”.

Cuando regresó a Colombia se estrenó como coreógrafa de la serie Chica Vampiro, de Televideo. También incursionó con el hip hop, la danza urbana y hasta la danza contemporánea. Todo esto le ha permitido crear un estilo único que varios directores, coreógrafos y artistas valoran. Actualmente es la encargada de dar forma a los pasos de Greeicy Rendón y a su equipo de bailarines. También hace parte de la compañía Periferia, bajo la dirección de Lobadys Pérez. “Cada mundo dentro de la danza tiene su razón de ser. Se debe abandonar esa pelea entre lo conceptual y lo comercial. Yo estoy en los dos mundos”, concluyó.

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Nunca le dice que no a un proyecto que le sacuda las emociones. Collazos crea sin descanso: en ella hay una firme intención por explorar las posibilidades del lenguaje corporal. Ahora se mueve más fácilmente por el espacio: sus pies, que siempre están en puntas, parecen no tocar el suelo mientras les da instrucciones a los que la siguen. Baila con cada parte del cuerpo mientras un grupo de veinte personas que la observan sueñan con que algún día la música les toque las fibras como a ella. Collazos contagia, por eso su talento y técnica cada día tienen más seguidores.

Por Argenis Leal @ArgenisLealP

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