
Doña Elvira, quien vive en un apartamento en Chapinero, hace parte de esta exposición que se inauguró el pasado 22 de noviembre de 2020 y podrá visitarse hasta junio de 2021.
Foto: Mateo Pérez
Al final de la exposición hay una pregunta: ¿Con cuál de estas formas de vivir te identificas? Con ninguna, me respondí. Y ese fue mi premio. Salí con la certeza de que la forma de habitar mi espacio, tan distante de lo que quisieran mis padres, hermanos o amigos, era particular, excepcional, era mía. Mi forma de vivir era elegida, gobernada por mis fortalezas y mis debilidades. Salí convencida de que, así como los seleccionados para la exposición, soy un pedacito de universo viviendo en la inmensidad de una Bogotá lejana de las definiciones...

Por Laura Camila Arévalo Domínguez
Periodista en el Magazín Cultural de El Espectador desde 2018 y editora de la sección desde 2023. Autora de "El refugio de los tocados", el pódcast de literatura de este periódico.@lauracamilaadlarevalo@elespectador.com
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