Colores, formas, pinturas y esculturas, todas estas palabras se pueden reunir para identificar la obra de la artista colombiana Beatriz González. Sin embargo, más allá del archivo periodístico que ha recopilado durante años, por encima de los temas que aborda en su arte y los eventos de guerra y paz que ha interpretado, existe un mundo de aristas por descubrir. Una de estas es la que se aborda en la nueva exhibición del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), en Ciudad de México, titulada Guerra y paz: una poética del gesto.
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Esta, la primera exhibición monográfica de Beatriz González en México y una retrospectiva de su trabajo, estuvo más de dos años en planeación. Natalia Gutiérrez fue la curadora de esta muestra, junto a Cuauhtémoc Medina, curador en jefe del MUAC, en la cual presentarán pinturas, grabados, dibujos y obras públicas que reflejan la forma en la que González se ha aproximado durante su carrera artística a los gestos, partiendo del archivo periodístico que ha recopilado a lo largo de su vida. Pero más allá de ser una retrospectiva común, los curadores apostaron por ir tras obras que no habían sido exhibidas en años anteriores, lo cual supuso un reto logístico en identificar y gestionar estas piezas para poderlas exhibir.
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Retrospectiva, en este caso, es una palabra que Gutiérrez no toma como una forma de mostrar la cronología y evolución del trabajo de la artista, sino que, para esta ocasión, aunque revisan desde el trabajo más temprano de la artista hasta el más reciente, exploran cómo con el paso del tiempo Beatriz González se aproximó a los gestos. “Se incluyeron dos telones que se produjeron específicamente para esta exposición, para que fueran mostrados por primera vez, que son los telones de Guerra y paz. La exposición se centra en el gesto, cómo Beatriz González desde el 85 cuando hace esa transformación en su obra empieza a buscar el gesto en la prensa”. Sin embargo, no son los gestos faciales o un movimiento expresivo, son los gestos que ella identificó que los personajes que aparecen una y otra vez en su archivo periodístico realizaban. González, “a través de la repetición de una imagen, va capturando este gesto que la va llevando a la obra más reciente que tiene que ver con la creación de símbolos o íconos, incluso”.
El punto central de esta exhibición es ir más allá de los ejes temáticos y conceptos con los que comúnmente se asocia su obra, “es como si ella retratara únicamente la violencia de manera histórica y lo que se propone con esta exhibición es mostrar que no es una pintura histórica, sino que hay una aproximación a la búsqueda de un mensaje a través del gesto del cuerpo humano desde una pintura figurativa”. Una de las obras en las que para la curadora resalta la claridad que González emplea en esa aproximación a los gestos es Las delicias, en la que retrata a mujeres cubriéndose el rostro, y lo que hace es representar el sentimiento de la pérdida de madres o padres una y otra vez. “Por ejemplo, en las obras más recientes, que son los hombres cavando, estas figuras de personas cavando la tierra. Ese es el gesto de cavar, más allá de referenciar específicamente, por ejemplo, los falsos positivos. A pesar de que esté trabajando temas importantes para la historia nacional, lo hace a través de unas estrategias, que en este caso es el gesto y es lo que la exposición quiere profundizar. Para que también se vea a Beatriz como una artista con unas preocupaciones en términos artísticos y pictóricos”.
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Dicen que el que busca encuentra. Este dicho se aplica en la cruzada de Beatriz González por encontrar “unas reiteraciones de cómo es la postura humana frente a ciertas situaciones. Eso se ve muy claro en el archivo. A ella no le interesa mostrar tal cual a una persona o la identidad de una persona, sino qué postura tiene frente a cierta situación y cómo esa postura corporal ella la puede sintetizar en un símbolo, o en una silueta más que símbolo y cómo esa silueta se puede relacionar con una emoción. Me parece a mí que ella en ese sentido lo que hace es buscar en las imágenes de prensa”. En su archivo se refleja esa búsqueda constante y reiterativa de posturas y expresiones, mientras que su obra presenta la interpretación de los gestos y posturas en las siluetas que marcan sus lienzos y dibujos. “Es ir sintetizando una situación en un gesto corporal muy llamativo”.
Para llegar a la temática del gesto, Gutiérrez cuenta que fue a partir del interés de Medina por darle una mirada nueva a la obra de González que se decidieron por explorar lo que hay detrás de las siluetas que tanto ha pintado. “Quería mostrarla internacionalmente como una pintora válida por el medio de la pintura, que más allá del mensaje que ella estaba retratando, valía su pintura por sus búsquedas artísticas y esta hipótesis, para Medina, se podía agrupar bajo el tema del gesto”.
Los dos telones que se produjeron específicamente para esta exhibición son de gran formato y retratan tanto la paz, como la guerra. “Beatriz, luego de la firma del acuerdo de paz en Colombia, ella dijo que Colombia se debatía entre la guerra y la paz, y me parece muy llamativo también que ella quiera seguir proponiendo desde su obra otros formatos. Pensando la pintura, por ejemplo, de estos grandes formatos”. Para Natalia Gutiérrez es muy diciente que González haya sido tan insistente a lo largo de su vida con la pintura y decir que es un medio válido de arte “para tratar de temas locales de manera universal. ¿Cómo puede uno, a partir de una situación universal, y, a través del arte, llevar mensajes que tienen que ver con el sentimiento humano? Y existir en el arte como un vehículo para sensibilizarnos como seres humanos”.
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Más allá de la pintura, la figura tiene el poder comunicativo que ha caracterizado la obra de González y la curadora ve en lo figurativo una “posibilidad de la empatía, porque es algo que todos tenemos. Es una cosa que de pronto que puede sonar muy sencilla, pero un cuerpo con el que vivimos, experimentamos este mundo y sentimos y ver a otro cuerpo, creo que uno puede conectarse a través de la empatía y en ese sentido es todo. Esto logra capturar los sentimientos y las expresiones humanas, no importa quién eres tú, ni dónde vengo, ni dónde estás, creo que todos los seres humanos vivimos la experiencia de la vida a través de un cuerpo y el gesto corporal logra reunir las experiencias de los seres humanos”.