La música como bandera de luchas sociales
La música tiene el poder de unir a las personas, en medio de su diversidad, en torno a una misma causa. Imagine, We are the world y Where is the love son tres canciones que siguen sonando porque el mundo todavía necesita transformarse.
María José Noriega Ramírez
A comienzos de los 70, luego de haber compuesto con Paul McCartney decenas de canciones inmortales, John Lennon escribió una que se convirtió en un himno para la humanidad. Imagine, después de casi cincuenta años, sigue haciendo eco en un mundo lleno de conflictos, guerras y desigualdades. Personas de distinta raza, nacionalidad, religión y orientación sexual la han cantado a una sola voz. Y es que la música, como lenguaje universal, une. Sin embargo, el llamado a la acción y al rescate de valores humanos básicos, como la empatía, el amor, la solidaridad y la esperanza, en medio de la discriminación y el desprecio por las diferencias, no son exclusivos de una canción. We are the world, escrita por Lionel Richie y Michael Jackson, o Where is the Love, de los Black Eyed Peas, entre miles de letras más, transmiten ese mismo mensaje. La denuncia y crítica social detrás de ellas, pero sobre todo la prevalencia de las problemáticas que las anteceden, son la razón por la cual estas canciones permanecen vigentes.
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A comienzos de los 70, luego de haber compuesto con Paul McCartney decenas de canciones inmortales, John Lennon escribió una que se convirtió en un himno para la humanidad. Imagine, después de casi cincuenta años, sigue haciendo eco en un mundo lleno de conflictos, guerras y desigualdades. Personas de distinta raza, nacionalidad, religión y orientación sexual la han cantado a una sola voz. Y es que la música, como lenguaje universal, une. Sin embargo, el llamado a la acción y al rescate de valores humanos básicos, como la empatía, el amor, la solidaridad y la esperanza, en medio de la discriminación y el desprecio por las diferencias, no son exclusivos de una canción. We are the world, escrita por Lionel Richie y Michael Jackson, o Where is the Love, de los Black Eyed Peas, entre miles de letras más, transmiten ese mismo mensaje. La denuncia y crítica social detrás de ellas, pero sobre todo la prevalencia de las problemáticas que las anteceden, son la razón por la cual estas canciones permanecen vigentes.
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La segunda mitad del siglo pasado estuvo marcada por una serie de confrontaciones y conflictos bélicos que tenían la intención de eliminar las diferencias étnicas, culturales y de pensamiento. Y aunque la guerra no es exclusiva de esa época, pues históricamente ha sido una fuerza que ha acompañado el desarrollo de la humanidad, los últimos años del siglo XX presenciaron, a la par, múltiples manifestaciones en contra de la violencia y a favor de la paz. La música, entre muchas otras expresiones, fue el medio por el cual una generación dijo no más.
Mientras transcurría la Guerra en Vietnam y el conflicto en Nigeria, por mencionar algunos, John Lennon estaba en Gran Bretaña grabando su nuevo álbum. Su casa en Tittenhurst Park fue el lugar en el que con su esposa y amigos músicos, tomando café y fumando cigarrillo, discutía sobre Vietnam, Japón y China, a la par que en el estudio ensayaban y grababan las canciones. “¿Es bueno?”, preguntó Lennon a sus amigos cuando reprodujo en un vinilo uno de sus nuevos sencillos, que luego se conocería como Imagine.
¿Qué tal un mundo sin países ni religión? ¿Qué tal un mundo en el que prevalezca la hermandad entre los seres humanos? Imaginar: eso propuso Lennon para dejar de lado la guerra y dar un paso hacia la paz. Él estaba convencido de que no era el único ser humano pensando en infinitas posibilidades distintas a la violencia. Como él, miles de personas, miles de soñadores, se apropiaron de Imagine y la convirtieron en un himno de la humanidad, en un manifiesto por la paz. No en vano la canción, aún hoy, permanece inmune al paso del tiempo y al olvido.
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Pero la música no solo denuncia el dolor y el cansancio frente a la guerra. Las desigualdades sociales, la pobreza y la discriminación racial, que son otras formas de violencia, son también temas transversales a ella. Una década después del lanzamiento de Imagine, y cinco años después del asesinato de Lennon, Lionel Richie y Michael Jackson, frente a la hambruna y pobreza en África, escribieron We are the world. Cuarentaicinco artistas cantaron por la unión, la consciencia, la solidaridad, pero, sobre todo, por el llamado a la acción. “Hay que buscar unir al mundo de una vez. No hay que esperar que sea el otro el que va a actuar. Para triunfar tenemos que entender”, dice la canción.
Alrededor de este sencillo hay cuestionamientos comerciales, pero el mensaje de la letra va más allá de ello. Brené Brown, profesora e investigadora en la Universidad de Houston, habla de la unión entre el arte y la vulnerabilidad. La empatía, en medio de esos dos grandes conceptos, permite generar conexiones humanas. Allí, la vulnerabilidad del artista y de los espectadores, en este caso de quienes escuchan la canción, forman los cimientos de una identidad y una fuerza colectiva. We are the world es prueba de ello. Luego de su debut en 1985, la canción volvió a sonar en 2010, luego de la crisis humanitaria ocasionada por los efectos sociales del terremoto en Haití. “Tras la sensación de que el mundo se está acabando, nosotros debemos hacer algo. Como Katrina, África e Indonesia, Haití nos necesita”.
En la nueva versión de la canción, lanzada luego de la muerte de Michael Jackson, participaron varios artistas de distintos géneros. Entre ellos, los Black Eyed Peas, una agrupación estadounidense de hip hop, pop y rap. Para el 2003, el grupo lanzó la canción Where is the love, un tema musical con fuertes críticas sociales. “Las personas se están matando y están muriendo. Los niños están sufriendo, los escucho llorar. Las personas me hacen preguntar dónde está el amor. Por fuera están tratando de parar el terrorismo, pero aquí los policías disparan en las calles. Si tú sólo sientes amor por tu propia raza, vas a dejar un espacio para que los demás sigan discriminando”. Hoy en día, tras las manifestaciones contra el racismo, y luego del asesinato de George Floyd, Where is the love volvió a sonar. En redes sociales se compartió #WHEREISTHELOVE ft The World, el video del relanzamiento de la canción publicado en el 2016. El grito era el mismo: no a la violencia; no a la discriminación por raza, nacionalidad y orientación sexual.
Imagine, We are the world y Where is the love son tan solo tres canciones, de muchas, que han surgido tras la discriminación, la guerra y la pobreza. Estas se han convertido en himnos y en banderas de luchas sociales que superan la existencia misma de los artistas que las crearon y los años que han pasado desde sus lanzamientos originales. Estas canciones siguen sonando porque el mundo todavía necesita transformarse.