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La música, la jardinería y la vida en el día a día de un congresista

A propósito de la aprobación del Proyecto de Ley de la Música en segundo debate de la Cámara de Representantes, el funcionario habló para El Espectador sobre el impacto de esta en su vida y carrera.

Andrea Jaramillo Caro
09 de marzo de 2024 - 02:00 p. m.
Daniel Carvalho empezó su carrera política en el Concejo de Medellín, en 2016.
Daniel Carvalho empezó su carrera política en el Concejo de Medellín, en 2016.
Foto: Cortesía

¿Cómo empezó el proyecto de la Ley de Música?

El autor original de esto es Juan Carlos Losada. Él tiene una larga experiencia en el tema de la música, fue productor y programador musical del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá. Como él tenía un periodo más que yo, cuando se instaló el nuevo Congreso y se conformaron las comisiones, Losada buscó aliados idóneos en la Comisión Sexta, que maneja los temas de cultura, y encontró que quien había trabajado ese tipo de temas era yo. Ahí comenzamos a hablar y, con mi equipo, nuestro conocimiento y conversaciones con el ministerio, fuimos enriqueciendo y madurando el proyecto.

¿Cuál fue su motivación para participar en este proyecto?

Tengo mucho interés en el tema musical y, también, viniendo de Medellín, hemos visto el auge en la producción y composición musical en la ciudad. Uno se acerca a los problemas y a los potenciales de su territorio, por eso decidimos entrar con toda a esta iniciativa.

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¿Qué experiencia con la música lo marcó?

He participado en cuatro o cinco bandas musicales. Como nunca había cantante, porque a la gente le daba pena cantar y a mí no, yo terminaba jugando ese papel, a pesar de que mi voz es terrible. Nunca he tenido mucho talento musical, pero soy muy melómano, algo que heredé de mi padre. Además, una de las actividades que más disfruto es ir a conciertos, voy a todos los que puedo.

¿Qué géneros tocaban en las bandas de las que hizo parte?

La primera fue de punk, la segunda y tercera de rock, y la cuarta fue de música entre caribeña y francesa. Viví un tiempo en una isla francesa, en el Caribe, y hacíamos una fusión de ritmos europeos y caribeños.

¿Para usted qué significa la palabra “música”?

Significa “expresión”. Creo que es la mejor forma que tenemos, o la que más usamos los colombianos, para expresar nuestras emociones. Además, creo que de las artes es, tal vez, la más antigua en el ser humano, junto con la pintura. Creo que la llevamos en el ADN.

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¿Cómo cree que la música lo ha ayudado en su trabajo de representante?

Me ayuda a conocer y acercarme a realidades diferentes, porque las músicas hablan de distintos tipos de personas, sensaciones o territorios, y creo que eso me enriquece. Sobre todo porque este trabajo político es muy duro y, a veces, mal agradecido, entonces cuando uno puede llegar a la casa tranquilo y poner un poquito de Bob Marley, siento que me ayuda a relajarme y a ser mejor persona.

¿Con qué canción o género musical asociaría su trabajo en la Cámara de Representantes?

Se me ocurre la canción “El río de la vida”, de Green Valley. Es una canción de reggae y me parece muy bonita porque dice que estamos sembrando semillas positivas y así es como mi equipo y yo vemos la participación en política. Comprendemos que esa germinación va a tomar tiempo y que los procesos son lentos, pero que vamos a cosechar algo positivo.

¿Cómo cree que esas semillas pueden germinar a través de los proyectos que desarrolla como representante?

Me gusta mucho la jardinería y por eso uso esta metáfora. Con respecto al proyecto de ley, las semillas quedan bien sembradas si hay una buena construcción de una iniciativa que tenga un acompañamiento y socialización. Solo queda regarla y esto se traduce en velar para que se implemente: leyes hay muchas, pero que se hagan efectivas, pocas. También debemos procurar que los beneficiarios sean los principales cuidadores. En el caso de este proyecto, este no puede depender en el futuro de que Juan Carlos Losada o yo sigamos siendo congresistas.

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¿Así ve su trabajo en proyectos más allá de lo cultural?

Sí. Lo que buscamos es que la gente, los gremios, colectivos y activistas se apropien de esto para que germine y siga pelechando. Una causa como esta no puede depender de una persona, porque se va y el proyecto se cae. Si se va el jardinero y se muere el árbol, creo que quedó mal hecho el trabajo.

¿Qué estrategias utilizaría para garantizar el interés de los beneficiarios?

En el caso de la Ley de la Música, el hecho de que sea apoyada por el ministro de Cultura le da una garantía de que, por lo menos, durante lo que queda del cuatrienio de Petro va a tener un doliente con el presupuesto para esto. También hemos conformado una bancada de la cultura en el Congreso que, curiosamente, no había antes. Ahora somos 15 congresistas interesados en hacerles seguimiento a las políticas culturales de la nación. Además, con una correcta comunicación y socialización, que es lo que estamos haciendo en Medellín en este momento con el proyecto de ley, los músicos saben qué dice la ley, en qué espacios hay que defenderla y cómo pueden optar a ser beneficiarios de ella. Así quedan ellos como los verdaderos jardineros.

¿Cómo ha cambiado su percepción de la música y la cultura con los años?

Inicialmente, era solo un niño que escuchaba música. Los formatos han cambiado mucho. Me tocaron los casetes y vinilos, después el discman y MP3, ahora todo es Spotify y YouTube. Estos cambios hicieron que consumiera mucha más música. Eso creo que es enriquecedor. Por otro lado, desde que entré en el activismo cultural y en política como concejal de Medellín, entendí, más allá de mi gusto por la música, que ahí había un verdadero motor de desarrollo económico y social. Conocí casos de muchachos que se salvaron de la violencia gracias a la música y eso me dio un panorama para verla como el principal potencial creativo que tiene Colombia.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

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