El portugués Bruno Vieira Amaral, autor de "Las primeras cosas".
Foto: Mario O Santos
La simpleza y la monotonía en la que suele caer la vida adulta de una persona promedio puede llegar a causar estragos incalculables en la mente, el alma y el corazón de aquellos personajes que, sin darse cuenta, caen en el interminable juego de aferrarse con todas sus fuerzas a un matrimonio quizá ya fallido, a un trabajo estable pero insoportable, a un estatus social alto y a una rutina diaria que, lo poco que tiene de especial, es la hazaña de desarrollarse fuera del barrio que los vio crecer. Es en medio de este falso éxito donde el ser...
Por Dayana Holguín
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