Ilustración de Leandro Díaz.
Foto: Leandro Rodríguez
En toda su obra literaria monumental, Gabriel García Márquez no hace cosa distinta que la de recrear los momentos estelares de la existencia humana en sus distintas dimensiones (el amor, el diario vivir, los sueños secretos, las ambiciones, los fracasos y sobre todo, la de la impresión central de los seres humanos: la presencia de la muerte), pero de manera especial y precisa, este misterio visible o invisible de la muerte, como si ello fuera para Gabo un sistema obsesivo en sus múltiples canteras narrativas.