El Magazín Cultural
Publicidad

La restauradora de arte

Juana Segura es la primera latinoamericana egresada de la maestría en pintura mural del célebre Instituto de Arte Courtauld en Londres.

Sandra Martínez. Londres
15 de octubre de 2010 - 10:00 p. m.

Juana Segura llegó un lunes de 2007 a Londres, cansada, sin dormir, sin bañarse, con un par de maletas y media hora tarde a la entrevista de admisión en el Instituto de Arte Courtauld, el mejor del mundo en el área de la restauración. Tuvo problemas con su vuelo por una tormenta en Nueva York. El avión nunca llegó, le tocó esperar horas, irse por Atlanta, sufrir, calmarse, sufrir de nuevo, escribir un correo para decir que llegaría tarde.

En Somerset House, un edificio del siglo XVIII ubicado en Strand, céntrica calle de Londres donde queda el Instituto Courtauld, fue recibida por Sharon Cather, una de las directoras del programa, quien le ofreció aplazar un día el proceso de admisión a la maestría. Dijo que no.

Por esos días Juana trabajaba en un proyecto de restauración en un pueblo perdido de Boyacá llamado Oicatá y sólo iba los fines de semana a Bogotá. En uno de sus viajes a la capital revisó su correo y vio que había un mensaje que decía “Bienvenida al Instituto Courtauld, usted ha sido aceptada”. Gritó de alegría, empezó a tramitar su beca en Colfuturo. Una semana después de que se la aprobaron recibió un correo de David Park, el director del departamento de restauración de pintura mural del Courtauld, anunciándole que habían decidido darle una beca completa por 74.500 libras. Casi no puede dormir de la felicidad.

Su sueño de ser restauradora comenzó desde muy pequeña. Hija de galeristas, tuvo la oportunidad de recorrer museos como el de Antropología de México, el Británico en Londres y las pirámides de Egipto. “Siempre me intrigó saber cómo era la vida privada de los objetos en un museo”, reconoce. Luego, en una feria de universidades, vio la carrera de restauración y entendió que a eso se quería dedicar. Para rematar, tenía una amiga que conocía a la restauradora del Museo del Oro y le dio un pequeño tour. “Al ver lo que hacía, quedé completamente convencida”, asegura.

Juana comenzó a estudiar Restauración de Bienes e Inmuebles en la Universidad Externado de Colombia en 1999. Al graduarse se fue a trabajar durante siete meses al Museo Guggengheim en Italia, y ayudó a restaurar parte de su colección. Trabajó en la Bienal de Arte de Venecia y de regreso a Colombia integró el grupo restaurador del Palacio Echeverry, sede del Ministerio de Cultura, en Bogotá. “Ahí me di cuenta de que quería especializarme en la restauración de pintura mural. Me apasiona, es lo más complejo que hay. No es sólo un objeto, encierra todo un espacio, es una estructura que muchas veces modifica el ambiente”, afirma.

Chipre-China-India

Esta bogotana llegó a Londres el 26 de septiembre de 2007. En la maestría sólo había siete estudiantes: dos ingleses, una taiwanesa, una singapurense, una jordana, una italiana y ella. Lo que más le sorprendió fue el grado de confianza que le brindaron los profesores. “Nos entregaron sus claves del computador y una tarjeta con la que podíamos entrar las 24 horas del día al edificio”, recuerda Juana, la primera latinoamericana admitida en la maestría.

El programa incluía salidas de campo internacionales. La primera fue a los monasterios de Troodos, en Chipre, patrimonio histórico de la humanidad. Durante seis semanas vivieron en una de las diez iglesias y “limpiaron” pinturas bizantinas del siglo XII al XV. “No coloreamos lo que falta, ni nos inventamos las cosas, la idea es que siempre resalte lo que queda del original”, enfatiza en un tono muy serio.

En el otoño de 2008 partieron rumbo a China, a las cuevas de Mogao (o cuevas de los mil Budas). Ubicadas en la provincia de Gansu, en el desierto de Gobi, fueron un lugar muy importante durante la Ruta de la Seda y centro de intercambio cultural y económico desde el siglo IV hasta el siglo XIV. El equipo trabajó en una pequeña cueva que tenía un pilar en la mitad con figuras de Buda. “Hay 700 cuevas y 500 tienen pinturas murales. Se podrá imaginar lo que significa este lugar para un restaurador, estaba completamente encantada”.

Su última salida fue al fuerte de Nagaur, en Rajastán, al oeste de la India. Visitaron el Sheesh Majal, uno de los cuatro palacios que hay en el fuerte, y restauraron pinturas cortesanas del siglo XVIII.

Juana se graduó con toga y birrete el pasado 5 de julio. Su trabajo de grado sobre las esponjas sintéticas que se utilizan en restauración recibió la máxima calificación del jurado. Desde entonces trabaja para el Instituto Courtauld. Su próximas misiones de restauración serán en una cripta de Malta y con pinturas en India.

La tarde está llegando a su fin, está lloviendo y Juana debe volver al departamento de restauración. Sonríe. Definitivamente, concluye, la clave del éxito está en hacer lo que nos apasiona.

Por Sandra Martínez. Londres

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar