
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Qué novedades trae la Feria del Libro este año?
Este año le estamos apostando a cuatro ejes fundamentales. Uno tiene que ver con internacionalización, en el que queremos poner a Bogotá como el epicentro de negocios editoriales de América Latina en el primer semestre del año. El segundo es la formación para todos los actores de la cadena del libro, colombianos y de otros países, que participan en la feria. El tercero es la programación cultural y académica que está conformada por unas 2.300 actividades. Tendremos a 500 autores de 32 países y habrá franjas de programación que estarán englobadas bajo la temática general de “las palabras del cuerpo”. A partir de ahí se van a generar una serie de conversaciones y de invitados para todos los públicos que asistan a la feria, que van desde las primeras infancias hasta las personas mayores. Tenemos el cuarto componente, relacionado con todo lo que hacemos en descentralización, que es lo que sucede en Filbo Ciudad, que nos permite llegar a todas las localidades de Bogotá a través de librerías, bibliotecas y colegios, y también en Filbo Región, que nos permite circular a nuestros autores en otros territorios del país.
¿Qué criterios tuvieron en cuenta para elegir al país invitado de honor?
Cada año hay distintas formas de elegir al país invitado. A veces nos envían una carta expresando el deseo de tener esa oportunidad, otras enviamos la invitación directamente y trabajamos con el Ministerio de las Culturas y la Cancillería. En este caso, se confirmó a España desde hace dos años, a través de la Federación de Editores de España, con quienes nosotros hicimos una alianza desde la Cámara Colombiana de Libros para que fuera Colombia país invitado de honor en la feria de 2025 y así articular una serie de acciones que han venido sucediendo durante estos dos años con el gremio de editores, distribuidores y libreros de ambos países.
Hablemos ahora de la temática “las palabras del cuerpo”. ¿Para usted qué significa eso?
La Filbo quiso poner al cuerpo en el centro de la conversación y eso significa que nuestros invitados hablarán sobre él desde distintas perspectivas: la violencia, la mente, la mujer, la infancia y la poesía, entre otros. La idea es apoyarnos en todo el trabajo editorial que se viene haciendo no solo en Colombia, sino en América Latina, para entablar una conversación sobre el cuerpo y esas palabras que giran alrededor de lo que somos tanto desde lo individual como desde lo colectivo.
¿Cómo se relaciona la temática de “las palabras del cuerpo” con lo que se ha publicado en los últimos años?
Para elegir el tema, miramos sobre qué se está escribiendo y quienes están escribiendo. Durante esa revisión, nos dimos cuenta de que el cuerpo se puso en el centro de la conversación en muchas de las publicaciones y sectores. Creo que eso tiene que ver con que estamos mirándonos hacia adentro y reconociendo ese cuerpo como un territorio, que tiene que ver también con la materialidad, pero al mismo tiempo con lo espiritual y la mente, y a partir de ahí se están generando contenidos. Además, las mujeres estamos escribiendo de temas sobre los que antes no hablábamos y esto es muy relevante, porque marca un antes y un después con respecto a cómo estamos viendo el mundo y cómo les estamos presentando ese mundo a las nuevas generaciones a través de los libros.
¿Cuáles han sido las evoluciones o los cambios más grandes que ha tenido la Feria del Libro de Bogotá desde que surgió?
La Feria se ha ido transformando a medida que lo han hecho también el mundo editorial y los lectores. Hace 37 años no teníamos la cantidad de editoriales, librerías y espacios culturales que hay hoy en Colombia y la feria ha tenido que adaptarse para ser un espacio diverso en el que todo el sector editorial, junto con sus lectores, pueda convivir. En la Filbo se ve un panorama diverso en el que están las editoriales emergentes, las independientes, las medianas y grandes en una sola gran librería que se ha ido transformando y expandiendo al igual que el mercado.
¿Cómo fue su primera experiencia en la Feria del Libro?
Estaba buscando trabajo, tenía 18 años y salió una oportunidad para trabajar en la Filbo y era como jefa de sala que había en la sala de exposiciones, que se llamaba Madre Josefa del Castillo, en un pabellón que ya no existe: el 2. Ahí trabajé durante todo el evento, vigilando una exposición en un pabellón enorme. Y esa fue mi primera experiencia, que recuerdo con mucho cariño, porque en ese momento me enamoré de la feria y quise siempre formar parte de ella.
¿Cuál ha sido el reto más grande de mantener al público interesado en la Filbo?
La Filbo ya se volvió la cita anual para los lectores y se ha ido consolidando generación tras generación. Es una cita de negocios, porque aquí tenemos una gran librería que abarca a todos los actores de la cadena del libro en un mismo espacio. Pero también es una experiencia de acercamiento a los libros a través de una programación cultural que les permite a los visitantes tener un encuentro con los autores que leen. Eso es muy significativo porque implica un antes y un después para ellos y lo sabemos quienes llevamos 37 años viniendo a la Feria. Se volvió una cita cultural infaltable e incluso para mucha gente este es el único encuentro que tiene con los libros en todo el año. Entonces, para mantenerla relevante, todos los años nos repensamos y revisamos las transformaciones que están pasando los lectores y el mercado editorial.
¿Cuál es una anécdota de su gestión como directora de la feria que recuerde con cariño?
Ha habido muchas a lo largo de los años, pero lo que más valoro es el rostro de satisfacción de los niños, niñas y jóvenes que vienen a participar en las actividades que hacemos para ellos. Los veo que vienen con los colegios, después vuelven con sus papás, se encuentran con los autores y salen de la feria con preguntas sobre lo que vivieron ahí. Para mí eso es lo más satisfactorio cada año.
¿Qué recomendaciones daría a alguien que quiere ir a la feria por primera vez?
Primero, que se agende, que ojalá compra la boleta en línea a través de la página web y que revise día por día los eventos que le interesa visitar, ya que son alrededor de 120 diarios. Llegar con tiempo también es importante y trae ropa cómoda. Por último, que se prepare para vivir una experiencia inolvidable en la Filbo.
