Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

Ese misterio (Cuentos de sábado en la tarde)

Es un hecho inevitable. Ahora estoy aquí recorriendo este laberinto y luego me iré nuevamente de donde vengo. Me voy a la nada.

Guillermo Neira

06 de noviembre de 2021 - 02:37 p. m.
Pon las flores a la luz y échales agua para que, aun con la muerte esperándolas, florezcan y sean la belleza que necesitamos.
Foto: Pixabay
PUBLICIDAD

Del amor, el miedo y la vida he escrito cartas, apuntes en una servilleta y hojas en una libreta. Las he mojado con tristeza, las he arrugado con ira y las he botado con indiferencia.

También las he recogido con bondad y las he compartido con cariño. Todas hablan sobre ti y sobre mí, sobre nosotros, sobre quienes fuimos y no seremos. De las flores que me gustan, los atardeceres que me encantan, los hombres que quiero y los amigos que amo.

Le sugerimos leer: Hoy amanecí muerto (Cuentos de sábado en la tarde)

En otras confieso que estoy aprendiendo a no temerle a los sueños, a enfrentar las pesadillas, a soltar las manos y los recuerdos, a perderme un poco. Estoy aprendiendo a entender las oportunidades, mis errores y saber a dónde pertenezco.

Recorro este laberinto siendo la luz de una estrella que ya murió, porque inevitablemente todo lo que soy será polvo. Soy mi padre y mi madre, soy mi hermana, mis abuelos y abuelas que ya no están. Soy la felicidad con la que escribo, hablo y vivo el amor, el miedo y soy esta vida, mi única vida.

Podría interesarle: Carlos Eduardo Gómez: “El montañista y el escritor son seres solitarios”

Tú, yo y todos estamos resolviendo un misterio entre tormentas incorruptas, océanos abismales o desiertos desolados, con varias preguntas sin respuestas, algunos silencios estremecedores y sombras perpetuas. Los días se han ido y no sé cuántos más vendrán.

Fantaseo y espero que, cuando la oscuridad nos rodee, todos estemos felices en una playa soleada, un campo tranquilo o una ciudad concurrida, después escuchar y bailar mucha música, y haber leído otros tantos libros. Luego de haber vivido con el corazón y con el alma.

Por ahora, estoy aquí, aprendiendo.

Por Guillermo Neira

Conoce más

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.