
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cómo se imagina su presentación en el Top Show Colombo Women’s Edition?
Estoy muy honrada de ser parte del montón de mujeres espectaculares que estarán en ese escenario tan emblemático e importante de Bogotá, como el Teatro al Aire Libre La Media Torta, en el que nunca me he presentado. Son muchas las razones por las cuales este hecho es importante para mí: estoy retomando la música, voy a compartir el mismo escenario con mi hermana, que estará el día anterior, y voy a tener una presentación con toda mi banda en Bogotá. Son muchas cosas que están pasando alrededor. Para mí, este es un escenario muy importante que me recibe por lo alto. Me parece que este evento es espectacular, es crucial para nosotras las mujeres que pertenecemos a esta industria de la música, en donde estamos acostumbrados a leer carteles de muchos hombres. Que haya tantos proyectos femeninos o con cabezas líderes femeninas me enorgullece mucho y me hace feliz.
¿Qué emociones le ha traído esta nueva presentación?
Estoy ansiosa porque siempre da ese susto antes de hacer algo nuevo y, aunque llevo mucho tiempo haciendo música y presentándome, este escenario es importante. Estoy estrenando show y siento que es un momento artísticamente muy sólido, muy maduro. Han pasado muchas cosas a nivel musical. Mis dos últimos lanzamientos creo que pueden hablar más claro de eso. Los sonidos de siempre, pero con esta madurez que dan los años. Espero que la gente lo reciba con amor, que la gente que se acerque al escenario a vernos quede impactada positivamente con toda la música nueva que traigo y ese sonido particular.
¿Con qué palabras describiría cada etapa de su carrera musical?
Siempre he estado en una búsqueda, pero no porque no sepa quién soy; todo lo contrario. Siento que si hay una palabra que ha estado presente en cada momento de las etapas de mi vida musical, precisamente es identidad. Esta palabra me gusta mucho, la defiendo y siento que hago parte de sonidos con mucha identidad. En algún momento, cuando empecé, era una novedad. La gente se preguntaba quién era yo, de donde salieron estos sonidos, qué hacía una mujer haciendo champeta... Y, de repente, salió un disco donde hubo algunas canciones con este género, quise buscar y mezclar todos estos sonidos caribes que me representaban y me gustaban. Siempre ha sido una búsqueda constante por mantener esa identidad y demostrarla en todos los sonidos, sabores, colores... y entregársela a la gente hecha canciones.
¿Qué características debe tener un sonido para que llame su atención?
Aquí aparece también la palabra identidad. Siento que a uno no le pueden mentir a través de la música. No me importa si es underground o mainstream, pero debe tener esa cuota de verdad, de identidad. Es muy difícil en este momento ser único, es muy difícil creer que uno se inventó algo porque pareciera que ya todo está inventado, pero realmente, cuando veo un artista, sobre todo en vivo, y me muestra que está disfrutando lo que hace, le creo. Y cuando le creo al artista, les creo a sus canciones. Eso es lo que me hace enamorarme de los artistas. Es un proceso muy importante, muy interesante también.
¿Qué es lo que más disfruta del proceso de creación de una nueva canción?
Uno pasa por tantas emociones. He tratado de ser muy honesta en cuanto a las letras que escribo. Por lo general, vienen de vivencias propias y me gusta mucho ponerlo en letras, en palabras, porque lo convierte en algo superpoderoso. Al momento en el que estamos produciendo y se crea esa magia de encontrar ese sonido que encaja perfectamente con esa melodía o esa frase que estás diciendo, todo es muy mágico. Yo romantizo muchísimo los procesos artísticos porque los disfruto mucho. Luego, el último paso, cuando lo escucha alguien por primera vez, que no hizo parte del proceso de creación, es todo. Que alguien me diga que se identifica muchísimo con la canción o haya reacciones similares, es lo más valioso.
¿Cuáles son los desafíos de ese proceso?
Siempre hay retos en la creatividad. Da muchísimo miedo vivir del arte, porque es una cosa superpersonal y siempre desnudar el alma ante otras personas cuesta un poquito: depender de alguna manera de la aprobación o desaprobación de las personas asusta. Personalmente, he tenido que pensar repetidamente en eso en cada proceso creativo. Sin querer, en un punto te paralizas pensando si eres bueno o no. Ese temor siempre está ahí, antes de que salga algo nuevo. Miedo a lo nuevo, miedo al cambio, miedo a que guste o no. Y después de pensar en eso, concluyo que esto le va a llegar a quien le tenga que llegar. Ese ejercicio de soltar y crear por crear, no para agradar, es muy difícil de hacer y es lo que más me cuesta en estos procesos creativos.
¿Cómo ha abordado las implicaciones de tener una vida pública?
Es muy duro. He tenido muchos momentos y muchas etapas, buenas y malas con mi salud mental y para mí ha sido importante estar pendiente de mi crecimiento personal, espiritual. Estar atenta a mi cabeza: los artistas solemos sentir profundamente y aunque eso me guste mucho de lo que hago, a veces puede ser peligroso. Ya sabemos que las redes sociales tienen su lado bueno, pero también te desconectas de un montón de cosas, sobre todo de ti mismo. Es imposible que a uno no se le llene la cabeza de cucarachas viendo tanta información todo el tiempo. Leo muchísimo, procuro que mi hogar me dé paz, que entre mucha luz, que haya muchas plantas, estar con los animalitos que tengo, que las personas que me rodean también sean personas que me llenen de paz.¿Qué le diría a la Martina que empezó en este camino?
Primero, que viva intensamente cada etapa, que la vida definitivamente cambia en todo momento y que a veces parece un suspiro. A veces todo se pasa en un abrir y cerrar de ojos, le diría que intente saborear cada logro, cada escenario, cada persona, cada experiencia, cada estudio de grabación, cada momento de creación, cada contacto y todo lo que está alrededor de crear una carrera. Hemos logrado seguir siendo la persona que somos y si el tiempo retrocediera y tuviera que volver a empezar, creo que me crearía el cuento un poquito más, confiaría mucho más en mí.
¿Cómo definiría hoy la palabra música?
La música es un camino muy personal y así como cuando uno arranca a caminar por un sendero para llegar a algún lugar o a varios lugares, te puedes encontrar con un montón de cosas por ahí, a veces buenas, a veces malas; hay que estar presto para fluir con ese camino de la música. Siento que tú vas construyendo tu propio camino, tomando decisiones para saber quién entra, quién sale, quién hace parte, quién no, o hasta dónde hace parte. Por más que uno tenga un equipo de trabajo, finalmente las decisiones las toma uno mismo, entonces por eso siento que es un camino personal.
¿Cuál ha sido la lección más valiosa que ha aprendido en su vida artística?
Hay una frase que es viejita, pero para mí ha sido todo y significa muchísimo. Además representa todo lo que viene musicalmente para mí. Es del maestro David Sánchez Juliao, con esa canción empiezo uno de mis sencillos actuales que se llama “Soy” y dice: “Uno solo puede ser feliz siendo lo que es”.
¿Qué sueño o meta quisiera alcanzar en el futuro cercano?
Quiero salir de gira en Colombia e internacionalmente. Ese es un sueño que aún no cumplo, no sé por qué, y espero que pronto se cumpla.
