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Óscar Sierra: “La Oncología Veterinaria es un campo que crece todos los días”


El fundador de LIFE Oncología Veterinaria habló sobre su profesión, los retos en su formación y las características necesarias para esta labor.


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Andrea Jaramillo Caro
28 de abril de 2025 - 12:35 p. m.
Óscar Sierra es también vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Oncología Veterinaria.
Óscar Sierra es también vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Oncología Veterinaria.
Foto: LIFE Oncología Veterinaria
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¿Por qué se interesó en la Oncología Veterinaria?

Desde pequeño crecí teniendo sensibilidad por los animales y viendo que había una carencia en algunas áreas de la veterinaria. Esto fue cuando comencé a ejercer mi profesión. Así que esa falta de información que veía con los pacientes y la necesidad de aportar a su calidad de vida, porque veía cómo sufrían los animales con estas enfermedades, me llevaron a estudiar Oncología y desarrollar herramientas para ayudarlos y ofrecer lo que hoy en día ofrezco, que es justamente calidad de vida en ellos.


¿Cuál ha sido uno de los casos más difíciles a los que se ha enfrentado en su carrera?

Hay muchos. Sin embargo, hay algunos casos que son muy reconfortantes porque tenemos muchas veces, cuando llegan a una consulta oncológica, los tutores vienen preparados para tener una mala noticia. Sin embargo, hay muchas ocasiones en las cuales hemos podido disfrutarlos y disfrutarlos de manera muy buena. Por ejemplo, recientemente tuvimos la consulta de un perrito que llegó hace un mes con un tumor terrible en el brazo. Este perrito no podía caminar casi porque tenía mucho dolor en el brazo y aparte tenía otro tumor en el órgano que se llama el vaso. En ese momento, decidí hacer doble cirugía, quitar el brazo y hacer remoción del órgano vaso. Las expectativas ante el tutor eran muy pobres, pero lo que vi, después de que hicimos la cirugía, fue que, por fortuna, el tumor del vaso salió benigno y el del brazo salió una remoción completa, así que en este caso vi un paciente completamente diferente, vi un paciente feliz, caminando moviéndose por todo el consultorio y sé que este paciente hoy en día está muy contento y eso es lo que más disfruto.

¿Cuáles son las cualidades principales que debe tener un buen oncólogo veterinario?

Creo que el primero es ser muy sensible ante la situación. Las personas, como mencioné, que vienen a una consulta oncológica ya vienen predispuestas de cierta manera. Así que hay que tener mucho cuidado y hay que saber cómo se aborda a un paciente y a un tutor en una situación difícil. Esa sensibilidad hace completamente la diferencia en una consulta. Esa parte de la oncología nunca se puede perder porque está conectada con la humanidad, y esa humanidad no se puede perder porque eso es lo que nos va a permitir que podamos ayudar a los pacientes, porque el tutor va a acceder a hacer algunos tratamientos. Así que es fundamental la sensibilidad para comunicarse con el tutor y para saber qué necesita tu paciente. Tu paciente viene por una queja, un dolor o porque no se siente bien y conseguir saber qué es lo que tiene y arreglar esa situación es lo que no se puede perder. Así que la sensibilidad en esos dos aspectos, tanto para el tutor como para el paciente, siento que es el número uno en oncología veterinaria.


¿Cuáles son las pistas que podrían indicar a un tutor que su mascota puede tener una de estas enfermedades?

Aquí es fundamental resaltar que el diagnóstico precoz es uno de los pilares en oncología veterinaria para el éxito del tratamiento. Entre más pronto tengamos un diagnóstico de algo maligno es más alta la expectativa de vida y al revés, entre más tarde es peor. Siento que las familias de muchos pacientes en el mundo entero se han humanizado un montón en muchas cosas y no solo en las enfermedades. Digo esto porque hay cosas que no son normales que veamos en nuestros perros y gatos, como por ejemplo cualquier tipo de bulto, de nódulo que nazca en la piel. Esto es un signo de alerta de posiblemente un cáncer en la piel. Si a uno le sale algo, va al médico, por eso hablo de humanizar muchas cosas. Los bultos son el primer indicador, las lesiones en la nariz pueden ser un tumor y no deberían confundirse con un rasguño. Nódulos en la piel o la glándula mamaria, lesiones que no cicatrizan, cambios en el estado de ánimo o cambios en el peso, son señales de que se necesita un chequeo.

¿Qué fue lo más desafiante de su proceso de formación en Oncología Veterinaria?

Muchas cosas, iniciando con que no tuve la oportunidad de estudiar Oncología en Colombia, así que tuve que salir del país para formarme en Oncología Veterinaria y estuve varios años afuera, en Brasil y Estados Unidos, para formarme completamente. Sería muy bonito tener cursos de Oncología Veterinaria en Colombia, porque esto crece todos los días y necesitamos más oncólogos. Una parte bien difícil de esta carrera es lidar con la carga emocional de una profesión como esta, en la que tenemos muchas alegrías y también muchas tristezas. Nosotros tenemos cierta preparación en la parte psicológica, pues cuando hacemos la especialización en Oncología es algo con lo que tenemos que continuar manteniendo para no desmotivarnos ante algunas situaciones.

¿Cómo aborda la carga emocional de su trabajo en el día a día?

Al ser oncólogo, tengo una preparación también en psicología. No es como tal un curso completo, pero sí algunas clases para entender que hay situaciones en las cuales con seguridad puedo hacer la vida del animal mejor y dar calidad de vida, que finalmente es mi objetivo, y que desafortunadamente en otras ocasiones no lo pudo hacer. Pero, siento que cuando tomamos una decisión de no poder hacer algún tratamiento en un animal, porque presenta un estado muy avanzado del tumor, sé que en ese momento ese paciente es posible que venga a mí por algo, para que lo ayude de alguna manera. Intentamos darle siempre tratamiento, como quitar el dolor, mejorar su apetito, hasta un momento donde sea digno. Y si en ese momento no mejora calidad de vida, la última salida es hacer eutanasia. Pero entiendo que es parte de un proceso.

¿Qué recomendaciones le daría a una persona que está atravesando esta situación con su perro o gato?

Lo primero es decirle que no está solo, que hay posibilidades de tratamiento. Es muy importante aclarar que una consulta oncológica no indica que vayas a hacer quimioterapias o inmunoterapia o cirugías. Puede consultar a un especialista para dar mejora en la calidad de vida de su animal. Y con base en esto que pueda decidir qué es lo que lo hace sentir a esa persona más tranquila. Hay tutores que desean hacer todo por su animal sin importar las consecuencias y hay otros tutores que no, que simplemente quieren ser más conservadores y eso también lo identifico en la consulta.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com
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