Publicidad

La Tierra es plana (Cuento)

Me dijo que la Tierra era plana, por supuesto que era plana. Copérnico no pudo estar más equivocado.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Juliana Vargas
21 de octubre de 2022 - 08:49 p. m.
Planeta Tierra.
Planeta Tierra.
Foto: Pixabay
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

¿Es que acaso que supo él de lo que esconden los hombres debajo de las sábanas? “¿Cuáles sábanas?”, le pregunté. Las que dividen a dos personas que deben ser una sola, claro. Las que también dividen entonces sus almas y sus pensamientos y sus emociones y hasta su sufrimiento, porque sólo así podrán sobrevivir a una vida dividida. “De eso no se trata el asunto”, le dije entonces. Claro que sí, me contestó. La humanidad se ha unido en clanes y se ha destruido a palo. Ha construido pirámides y murallas. Ha guerreado, ha hecho la paz, ha levantado ciudades y por supuesto que las ha echado abajo porque ¿cuál es su importancia?

Le sugerimos: Llega la décima edición del Festival de Literatura de Bogotá

Que la Tierra gire en derredor de una estrella no importa si, a la larga, de lo único que hablamos y pensamos y soñamos es de lo atontados que estamos los unos con los otros. Así que Copérnico estaba equivocado, claro que lo estaba. Lo estaba porque él qué iba a saber de lo que escondemos detrás de los besos llenos de angustia y anhelo y miedo y amor que damos, aun cuando decimos que un beso es solo un beso. Y los tontos se quedan con ese beso que es solo un beso. Se quedan con la superficie, con una sábana cortada por la mitad, con una Tierra plana. Plana porque nuestras vidas serían mejores si pudiéramos girar en derredor de las almas.

“Pero Copérnico estaba equivocado, porque no podemos bailar en torno a las almas que queremos”, le digo. “Así es”, me responde. De lo contrario, descubriríamos que por dentro llevan monstruos de los que quieren desprenderse, monstruos que juegan con ellas, y las aplastan y se plantan en el umbral por las noches. Y las almas sufren en silencio porque no somos capaces de tratarlas como estrellas. Y a causa de nuestra incapacidad es que estamos condenados a estar atontados los unos con los otros por toda la eternidad, amén. Siempre intentando entendernos, siempre intentando amarnos u odiarnos lo que sea que sintamos, pero nunca comprendiendo por qué. Todo porque no pasamos de la superficie. La Tierra es plana porque plana es nuestra comprensión, plana como plano fue Copérnico.

Si le interesa seguir leyendo sobre El Magazín Cultural, puede ingresar aquí 🎭🎨🎻📚📖

Por Juliana Vargas

Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.