El pasado 12 de diciembre, en la plazoleta del Centro Nacional de las Artes Delia Zapata, el ministro Juan David Correa, acompañado por las viceministras Saia Vergara y Yannai Kadamani, y la secretaria general de la cartera, Luisa Fernanda Trujillo, rindió cuentas a la ciudadanía sobre su trabajo durante este año.
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A pocos minutos de iniciar el evento, un ciudadano interrumpió al funcionario cuestionando al Gobierno Nacional, al que calificó como “excluyente” y “falto de transparencia”. Correa no ignoró los comentarios y le pidió al hombre subir al escenario para escuchar sus palabras.
El interviniente era parte de la Fundación Objets-Fax/El Contragolpe y denunció irregularidades en la Dirección de Artes del Ministerio, encabezada por Ángela Beltrán. “Estamos molestos por la actitud de este Gobierno y su comunicación. Estamos molestos con el Centro Nacional de las Artes, el grupo de danza y la Dirección de Artes, que presenta irregularidades en la forma en que se asignan los contratos. Hemos presentado seis PQR este año, desde el 18 de enero hasta noviembre, solo para obtener información pública, como el presupuesto de esas estrategias. No es posible que las entidades obliguen a los agentes culturales a este desgaste emocional y operativo para conseguir datos”, señaló el artista.
Al finalizar la intervención, en la que expresó otras inconformidades, Correa destacó que ese tipo de espacios eran esenciales para el diálogo ciudadano: “De eso se trata: que los ciudadanos puedan expresarse y manifestar con lo que no están de acuerdo. Por supuesto, lamentamos las inconformidades, pero la acción pública no es perfecta, es compleja, y más aún en el contexto actual”, dijo.
Esa escena y las palabras del funcionario reflejan lo que podría esperar el Ministerio de las Culturas en 2025. El hundimiento de la ley de financiamiento implicó una reducción de más del 80 % del presupuesto de la cartera, que este año contó con un monto histórico de $1,4 billones. Pero como el panorama para el próximo año no es igual de alentador, Correa y su equipo deberán escuchar, dialogar y concertar con los diversos actores del sector cultural, quienes ya han manifestado su preocupación por el futuro y la viabilidad de ciertos proyectos.
En conversación para El Espectador, el funcionario reconoció la complejidad del momento y la incertidumbre que enfrenta, pero manifestó estar dispuesto a asumir los retos: “Mi actitud ha sido siempre salir a hablar, aclarar, que los medios escuchen lo que tenemos que decir, que se investigue lo que estamos haciendo, que se critique. Y, por supuesto, tendremos que afrontar esas conversaciones, llenarnos de fuerza, paciencia, resiliencia y empatía, porque este sector es muy frágil y tendrá consecuencias indiscutibles”, afirmó.
Desde su nombramiento, Correa ha defendido una “gestión abierta, dispuesta a estrechar lazos y escuchar a todas las partes”. Sin embargo, en los últimos meses, algunas de sus decisiones y declaraciones han sido cuestionadas, y algunos miembros del sector reclaman mayor claridad sobre los proyectos ejecutados.
En septiembre, el Magazín Cultural publicó un especial que abordó diversos aspectos de la gestión de Correa. Entre las preocupaciones expresadas por gestores, artistas y políticos se incluyó la efectividad de las políticas culturales y su inclusión en la toma de decisiones. Ejemplo de ello fue la exploración del galeón San José, uno de los proyectos en los que el Ministerio ha concentrado esfuerzos.
Aunque la entidad ha asegurado que se han cumplido todos los requisitos para la preservación del naufragio, estas afirmaciones fueron cuestionadas en un artículo publicado por la congresista Jennifer Pedraza y el experto en patrimonio sumergido Juan Guillermo Martín, el 27 de agosto de 2024.
El texto criticaba la gestión de Correa y del presidente Petro respecto al galeón San José, señalando la elaboración apresurada del Plan de Manejo Arqueológico, sin la debida participación científica, y los avances limitados en la modificación de la Ley 1675. También denunciaban exploraciones sin licencias arqueológicas y falta de transparencia en el uso del presupuesto para la preservación.
En respuesta, Correa defendió su gestión, asegurando que el plan sigue estrictos procedimientos científicos y calificó las acusaciones como infundadas. Aclaró que el plan no es un proyecto de investigación, sino una herramienta de gestión, aunque los críticos sostienen que la falta de participación académica afecta su legitimidad y efectividad.
Las declaraciones del ministro fueron criticadas por Pedraza, quien comentó que parece haber una imposibilidad para comunicar los desaciertos de este Gobierno: “Escribimos una columna de opinión y el ministro responde catalogando nuestros comentarios como ‘cañonazos’, cuando simplemente son preguntas y observaciones. Creo que el tono del Gobierno Nacional perjudica la discusión. Cualquier crítica o denuncia pública es vista como un intento de derrocar al Gobierno, lo que explica el tono agresivo y hostil con el que recibimos la respuesta del Ministerio, que ni siquiera responde de fondo a nuestras críticas”, declaró.
Otro cuestionamiento fue la falta de transparencia sobre el equipo encargado de la intervención del galeón, ya que no se han divulgado las hojas de vida ni los nombres de los responsables del proyecto. Además, se señaló la ausencia de un acta del Consejo Nacional de Patrimonio que habría aprobado un borrador del plan de manejo arqueológico.
Compromiso con la transparencia
Durante la rendición de cuentas, y en diálogo con este medio, Correa enfatizó que el próximo año habrá una herramienta destinada a garantizar la transparencia en su gestión: una nueva versión del Sistema Nacional de Información Cultural (Sinic), que llevaba 15 años inactivo.
“La ciudadanía tiene el derecho a conocer en qué invertimos los recursos públicos, porque son de todos”, afirmó el funcionario, destacando que este proyecto permitirá la veeduría en un momento de grandes ambiciones, pero también de escasez. Quien visite la plataforma podrá consultar información detallada sobre la inversión del Ministerio en las regiones, departamentos y municipios del país, los resultados de sus convocatorias, la caracterización de artistas, creadores, gestores y organizaciones culturales, espacios culturales, fuentes de financiación y estudios sobre el sector realizados por la cartera y otras entidades del Gobierno Nacional.
Aunque el ministro ha sido uno de los funcionarios más críticos respecto a la decisión del Congreso sobre la ley de financiamiento, que calificó como “uno de los más brutales ataques a los que haya sido sometida la democracia colombiana”, ha asegurado que en su primer año al frente de la entidad ha trabajado mirando hacia el futuro.
“Quien trabaja con un presupuesto alto, pensando en gastárselo todo de un solo golpe, está actuando como un ‘nuevo rico’. Nosotros estructuramos nuestros proyectos. Este Ministerio tiene asignados más de $130.000 millones en vigencias futuras para obras de infraestructura, que serán ejecutadas entre 2025 y 2026. Por supuesto, también está el Programa Nacional de Estímulos, que es lo único que no reduciremos, porque sabemos que es la forma más efectiva de repartir recursos entre los artistas”, aseguró.
Para el próximo año el Ministerio deberá decidir qué proyectos continuar y cuáles no. Aunque se esperaba ejecutar nuevos proyectos y mantener otros existentes, no habrá presupuesto para todo. Los que sobrevivan serán reajustados y tendrán un alcance menor, como ocurrirá con la Fundación Nacional Batuta. Asimismo, surge la pregunta por los avances de los programas que se desarrollan en los diversos territorios del país, que van en línea con los contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, en el que hay seis ejes: Formación artística y cultural, Infraestructuras culturales para la vida, Economía popular, Memoria, saberes y territorios bioculturales, Cultura de paz y Cultura colombiana en el mundo.
En cuanto a la formación artística y cultural, el ministro dijo que, al día de hoy, está desfinanciada. Además, agregó que una gran parte de los contratistas no podrán renovar sus contratos, aunque hace unos meses había anunciado que, para el mes de marzo, se fortalecería el Ministerio con 340 nuevos cargos.
Este será el período en el que Correa deberá sostener con hechos las facultades y los valores que ha defendido. Serán momentos de escucha y reflexión, que, como él dijo, está dispuesto a aceptar: “Como en tiempos de abundancia trazamos un plan hacia el futuro, en tiempos de escasez nos toca gestionarlo. De eso se trata. Estoy aquí para responder, y creo que el verdadero carácter de quienes estamos comprometidos con los destinos de este país se demuestra en las dificultades, no en los tiempos de holgura”, concluyó.