En el número 10 de Mathew Street, en Liverpool, se encuentra el bar The Cavern Club. Fue fundado por Alan Styner en 1957, quien se inspiró en el club subterráneo Le Caveau de París, localizado en pleno distrito del jazz.
Una insignia de The Cavern es que desde su creación apoyó la emergencia de bandas británicas. Incluso hoy en día mantiene ese legado; por ejemplo, les brindaron espacio de lanzamiento a bandas como The Monkeys, Travis y Oasis.
Cuatro años después de la inauguración, en febrero de 1961, se presentaron Los Beatles en The Cavern, cobrando a cinco libras la entrada.
En aproximadamente dos años dieron casi 300 conciertos en ese escenario, volviéndose la banda principal del sitio.
Le sugerimos leer “Con trabajo en equipo superaremos la crisis”: Paricia Saenz
Lennon y McCartney ya se habían presentado en los años en que fueron miembros de The Quarrymen.
Sería en noviembre del mismo año, 1961, que el empresario Brian Epstein vería sobre el escenario a John Lennon, Paul McCartney, Pete Best y George Harrison, y se convertiría en su representante; con los meses lograría un contrato para la banda con la discográfica EMI.
La noche del 3 de agosto de 1963, por la época en que lanzaron She loves you, Los Beatles se presentaron por última vez en The Cavern. Las boletas para esa noche costaban 300 libras y se agontaron en treinta minutos.
Mientras cantaban, hubo un corto de energía. A oscuras, Lennon siguió cantando y McCartney aprovechó para mostrar una versión acústica de When Im Sixty Four, que sería lanzada oficialmente hasta 1967.
Le sugerimos leer Joseph Conrad: perseguir la eterna añoranza por la verdad
El bar, aunque seguiría apoyando la emergencia de grupos musicales y sería reconocido por ello, tuvo que cerrar en 1973 como consecuencia de una crisis económica interna. Pero para 1984, Tommy Smith, jugador del Liverpool, compró el establecimiento y volvió a levantar The Cavern.
Adentro del lugar, bajo unas escaleras, se lee: "Welcome to the cavern. The most famous club in the World", rodeado de fotos memorables puestas en la pared.
En 1999, Paul McCartney presentó en The Cavern su disco Run devil run. Y en 2018 volvió a presentarse en una presentación sin costo.